Los uniformes de las recogepelotas han sido una de las polémicas del reciente Mutua Madrid Open que se ha cerrado con victoria de Carlos Alcaraz. La organización obligó a las recogepelotas a vestir una falda corta plisada y una camiseta con el ombligo al aire, lo que durante el torneo se modificó tras una protesta de la Asociación de Mujeres Deportistas.
El vestuario de las recogepelotas de los torneos de tenis siempre es una cuestión que ha estado en entredicho. Es cierto que el uniforme ha evolucionado mucho en los últimos años y que las profesionales lucían camisetas más largas y pantalones. Sin embargo, la noticia llegó de cara al Open de Tenis que se ha disputado en los últimos días en Madrid.
Lacoste fue la marca encargada de diseñar el uniforme oficial. Durante los primeros días de torneo, las recogepelotas tenían que llevar una falda corta plisada en color blanco y una camiseta estilo crop-top de manga larga. Además, la propuesta de uniforme también fue aprobada por la organización del torneo.
Sin embargo, la Asociación de Mujeres en el Deporte Profesional protestó por la indumentaria y envió una carta a la organización pidiendo que cambiaran el uniforme. Pilar Calvo, la portavoz de esta asociación, denunció que es «una manera feminizada de tratar a las chicas frente a los chicos que no visten así«. «Al final es una forma de violencia machista que está tan extendida entre la gente que ni siquiera lo notan», argumentó.
Calvo también denunció que «Lacoste viste a los niños, niñas y a los modelos hombres y ninguno van así». Además, esperaba que no se tuviera que llegar a la situación que se vivió en 2021, cuando la Federación Europea puso una multa a las jugadoras de balonmano por negarse a competir en bikini y optar por un pantalón corto igual que el de sus homólogos masculino.
Por suerte, en esta ocasión la organización sí tuvo en cuenta esas protestas y retiró el vestuario sexista. En la final que disputaron Alcaraz y Struff ayer domingo 7 de mayo, las recogepelotas llevaban unos pantalones de tiro alto a la altura de las rodillas y un top de tirantes y cuello de pico por la cintura. Además del cambio de look, lo más importante de esta rectificación es que las recogepelotas se igualaban a sus compañeros masculinos para huir de la sexualización de Lacoste. El gesto, eso sí, fue muy aplaudido en redes sociales.
Pilar Calvo y Soledad Murillo, secretaria de Igualdad del Gobierno de Zapatero, están convencidas de que este tipo de situaciones se producen «porque quien toma las decisiones de los uniformes son los hombres«, tal y como han afirmado a Público.