martes, diciembre 3, 2024
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“La gente se limita muchísimo en todo en la vida”

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Las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) son una combinación de muchas artes marciales, algunas tradicionales y otras surgidas en la modernidad. La empresa Ultimate Fighting Championship (UFC) es la más popular de este deporte, ya que alberga a los mejores peleadores del mundo, que son famosos por su promoción. Pero, además, existen otras como Invita FC, Pride FC, One Championship o Pancrase, que suenan menos en la opinión pública debido a que la UFC ha acaparado casi toda la atención de los profesionales y aficionados, que aspiran a luchar en sus ring.

Según el presidente de la UFC, David Shaw, en febrero de 2023 España se convirtió en el “tercer mercado de nuestro contenido en castellano en redes sociales tras México y Argentina”.

Blanca Medina Corral (1998) es campeona amateur de España de MMA y desde que tenía 16 años entrena para convertirse en luchadora profesional de MMA. Actualmente tiene 24 años, vive en Miami y asegura que, en sus inicios, su mayor debilidad fue no confiar en sí misma y no saber lo que era. 

Responde con mucha seguridad, tanta como la que admite poseer diariamente, cuando se dispone a entrenar y a planificarse su rutina. Camina decidida y “no piensa en el mañana”. Solo presta atención a lo que ahora es el sentido de su vida, uno que no siempre es fácil de encontrar.

Asegura que tuvo que luchar contra sus propios demonios y los de su familia y amigos. Los venció – o supo convivir con ellos – y ahora “lucharía hasta morir en el ring”.

¿Cómo te llamas?

Mi nombre es Blanca, soy luchadora profesional y ahora mismo estoy viviendo en Miami para poder dedicarme a ello durante toda mi vida. La idea me surge a los 16 años, cuando veo que tengo muchos conflictos que no sé resolver y encuentro mi mente en el gimnasio.

¿Qué tipo de conflictos tenías?

Tenía muchísima agresividad acumulada y, sobre todo, mi mayor conflicto, era saber que tenía algo que enseñar al mundo y no sabía cuál era mi lugar. Y ahí es cuando lo encontré.

¿Cuáles son tus primeros pasos?

Lo primero es buscar la profesionalidad, buscar al mayor talentoso del gimnasio y siempre ir a más y a más… Tener mucha ambición en el deporte. Muchísima.

Empecé en un gimnasio pequeñito de Triana, en el que éramos gente de barrio, y allí me di cuenta de que quería buscar algo más profesional. Veía gente que estaba que le echaba ganas, pero yo veía que quería mucho más, quería ver más más allá del deporte que hacía en ese momento, que era muay thai. Me di cuenta de que en las MMA se podía hacer todo, entonces tuve que buscar un sitio en el que yo pudiese ser profesional en esto.

Entonces, más tarde, encontré un lugar que se llama Sutemi, en el que estaba Enrique Wasabi y Alberto González, y me presenté diciendo: “Este es mi futuro, y quiero empezarlo por aquí”. Así que fui decisiva y aquí estoy. Comencé a hablar con mi entrenador Alberto, que para mí ha sido mi papá de las artes marciales, y me dijo que lo mejor y lo más inteligente era empezar comprendiendo el suelo y empezar comprendiendo las MMA, que era lo más complicado. Yo venía de un golpeo hasta acabar y empecé a entenderlo todo cuando gestioné el suelo, la técnica, e hice todo más profesional. Me hizo enfocarme en lo profesional y gracias a él (Alberto) empecé a estructurar cómo ser una luchadora de verdad.

¿Y cómo debe ser una luchadora de verdad?

Para empezar, creo que aquí en Sevilla o España no hay una educación sobre cómo ser una verdadera profesional. Hoy en día, tenemos algunos luchadores tremendos en España, pero creo que hace falta una concienciación de que debes tener un game plan, tanto de ti mismo como de tus oponentes. Tienes que saber cuál es tu talento, saber cuáles son tus debilidades, saber qué tienes que mejorar en cada entrenamiento y saber qué es lo que hiciste mal y qué estás olvidando… qué puedes hacer mejor y explotar tu talento, sobre todo eso.

¿Cómo te desarrollas en los próximos años hasta irte a Miami?

En el proceso me di cuenta de que pasar de amateur a profesional era un paso súper importante y tenía que gestionarlo de la mejor manera. Cuando gané el Campeonato de España Amateur luché 3 veces en un día y gané. También he hecho bastantes luchas de grappling y de jiujitsu. He visto la competición desde muy pequeñita.

Me di cuenta de que quería algo más, como ya te dije, desde que empecé tuve ambición, desde que he estado en esto he sabido qué es lo que he querido, y cuando pasé a profesional tuve una derrota bastante dura y fue una etapa de mi vida en la que decidí que debía hacer las cosas verdaderamente bien. Entonces decidí que si empezaba esto iba a hacerlo al cien por cien con todo. Cogí mi maleta, dos duros y me fui para Miami. Me dije: voy a buscarme la vida aquí y la gente va a saber quién es Blanca de verdad. Y bueno, hoy en día estoy ahí, demostrando mi talento y que puedo llegar. Y en realidad, todo el mundo, si se pone en mente algo y va por a todas, lo toca seguro.

¿Y por qué Miami?

Porque firmé un contrato allí y la compañía era parte de Miami. También creí que al ser parte de Estados Unidos habría mucha educación del deporte. Allí se puede soñar y se puede de verdad creer lo que uno quiere. Y entre una cosa y otro dije: vamos a ir allí y veamos cómo podemos hacerlo.

¿Qué inseguridades tenías en el pasado? ¿Y cómo te decidiste finalmente?

La mayor inseguridad de mi vida ha sido querer demostrar que valgo, querer demostrarle a la gente. Y me decidí cuando me di cuenta de que esa no era la tecla y que la tecla era confiar yo. Decir: no hace falta esa persona, si lo van a ver. Además, creo que el proceso que estoy viviendo va a hacer que yo misma me demuestre qué era lo que quería… Mi mayor debilidad ha sido no confiar en mí, ha sido no saber lo que era, pero cuando lo he sabido, me he dispuesto y he ido a por todas.  

Además, mi personalidad siempre ha sido muy ajetreada, un poco alborotada y muy loca. Entonces claro, mi familia tenía poca confianza en que yo pudiese o en que hoy tuviese la concentración posible, por así decirlo, para hacerlo todo a una. Pero fui demostrándome a mí misma, no a nadie, que sí que podía. Y cuando algo quieres de verdad, luchas de verdad, así que por eso peleo. Mi vida constantemente es una pelea.

¿Cuál es tu propósito ahora mismo?

Bueno pues mi propósito ahora mismo es hacer un entrenamiento completamente inteligente y dedicarme a ello al cien por cien. Pero, sobre todo, tener un equipo detrás para poder apoyarme y tener una confianza económica, aunque ya tenemos empresas que quieren colaborar y patrocinarme. Quiero ser el número uno de la MMA. Esto es así, lo estoy dando todo para eso.

¿Qué sientes en el ring?

Bueno pues, sobre todo, cuando peleo lo que más me gusta es la impotencia de querer demostrar, la impotencia de los golpes, la adrenalina… Yo creo que al que le gusta pelear le tiene que gustar en parte el dolor y el querer sufrir por ganar, y a mí eso me encanta. A mí, sentir un golpe, la miel saber que me ha costado una pelea o el saber que llevo tanto tiempo preparándome para poder disfrutar de ese momento hace hasta que se me pongan los pelos de punta. Me encanta de verdad, o sea, para mí pelear… yo lo daría todo en un ring hasta morir, es así.

¿Y cómo se gestiona el dolor?

Bueno, es que a mí el dolor es parte de lo que me gusta. Cuando lo siento eso me hace ser más fuerte, es lo que me hace seguir peleando y es lo que me hace levantarme. Sentir que puedo caer, sentir que puedo perder… el miedo, las debilidades a mí me hacen fuerte. Cuando estoy en una situación en la que no sé cómo puedo salir me hace disfrutar lo que he dicho.

Pero también depende de cada luchador. Si tu prioridad es ser el número uno, tú quieres pelear y no tienes prisa. La recuperación depende del castigo que tú tengas en la pelea. Entonces, si tienes una pelea y no te has recuperado bien, necesitas un tiempo para que todo vuelva a su lugar. Hay combates en los que tienes que desarrollar mucho la mente, la estrategia, ocurren cosas que no te esperabas, cosas que tienes que mejorar… Tu equipo está haciéndote mejor luchador. A veces no hay que tener prisa, pero también, si una pelea va bien y no hay lesiones, vamos ‘palante’ y seguimos, si lo que queremos es llegar arriba. Si todo se puede, vamos con todo.

¿Cómo es tu día a día?

Para mí el ser luchador es estar 24 horas siendo luchador. Tanto desde que te levantas hasta como te relacionas con la gente que tienes a tu alrededor. También debes tener una compasión con esa persona que lucha, necesitas tener tu mente al cien por cien y todo tu entorno tiene que estar preparado para lo que vas a hacer. Debes saber a quién tener y cómo gestionar tu vida lo mejor posible, porque a la hora de la verdad vas a estar tú solo con tu mente y si no la tienes bien, no vas a llegar a ningún lado. Tienes que ser muy claro y decidido, y cuidarte tanto en cada descanso como de cada entrenamiento; cada compañero con el que te pones; todo hay que tener un máximo de cuidado. Y para eso tienes que estar 24 horas pendiente de tu luchador interno.

Mi rutina es: levantarme, entrenar, entrenar, entrenar, comer, descansar un poco, ducharme y volver a entrenar por la tarde. También controlo la comida, y bueno, así todos los días de mi vida.

Puedo entrenar 4 horas al día, pero depende del entrenamiento. Hay algunos más inteligentes y otros menos; hay días que son más fuertes y días que menos; días de sparring; días de técnica; a veces, a lo mejor no es tanto esfuerzo físico, pero sí que hay que entrenar la mente. Yo cuando voy a casa, y también en mis descansos, estoy viendo técnicas, las cosas que he hecho mal las apunto en un papel, lo que podría mejorar… Todo es 24 horas, ¿sabes? sueño con lo que podría ser, con lo que tengo día a día, entonces estoy las 24 horas en esto, ese es el truco.

¿Y tu dieta?

Todo depende si estoy a esperas de una pelea, pero intento mantenerme siempre en línea y suelo comer siempre bastante bien. Sé las proteínas que necesito y lo que no, y tengo un dietista. O sea, que todo está en orden, pero cuando voy a pelear ‘vamos a al pelo’, todo perfecto.

¿Cómo recuerdas tu paso a profesional?

En mi paso a profesional hice una sola pelea, y en esa pelea tuve una derrota bastante sufrida, porque iba por debajo del peso de la categoría y ya sabía que psicológicamente no era ni mi momento ni mi lugar. Además, sabía que no tenía el círculo correcto y que no tenía una buena gestión de mí misma ni de lo que venía. Es muy importante saber lo que pasa, saber a quién tienes y a quién eliges. Entonces, gracias a esa derrota y por esa debilidad me di cuenta de que esto no es para cualquiera. Y que para dedicarte a ello tienes que ir con todo al cien por cien. Y pienso que hoy no hay nada que me vaya a quitar ese cien por cien, o sea, nada vamos.

¿Cómo es ser mujer en el MMA?

Pues lo que más me gustaría dar ejemplo es que una pelea puede ser súper vistosa y que una mujer puede dar que hablar y puede ser igual de líder e igual de alfa que un hombre, porque noto que falta por pisar. Pero noto muchísimo respeto en las MMA, no tengo nada que criticar, no he tenido malas experiencias. De hecho, es un deporte en el que tenemos muchísimo respeto y mucha elegancia, y aunque sangremos somos unas personas con clase. Sinceramente creo que con la mujer jamás ha habido una falta de respeto ni ha habido una inferioridad, pero sí que me gustaría que una mujer diese que hablar, que una mujer sea el número uno y todo el mundo lo sepa. Ese sería el ejemplo que más me gustaría.

¿Tienes algún referente?

Me encanta todo luchador y el talento de la gente, pero es que me tengo de referencia a mí, porque he sufrido tanto y he pasado tantas cosas para estar aquí que yo soy fan mía, literalmente.

¿Qué piensas sobre el ego y lo que acabas de decir? ¿Animarías a la gente a que sean fans de sí mismos?

¿Sabes qué pasa? Para mí el ego es un arma de doble filo, es como el miedo. Es el impostor de ti, como el personaje que tú das. Pero hay veces que creo que está: ego y seguridad. Y creo que la seguridad no es lo mismo que el ego. Yo no quiero ir por encima de nadie, yo sé que soy la mejor ¿entiendes? Y si no te gusta no estás en mis zapatos. No me considero una persona que tenga mucho ego, aunque está, porque es como todo, pero considero que tengo mucha seguridad. Se puede diferenciar.

¿Consideras que, a la sociedad, y a tu generación le falta seguridad?

Yo creo que sí, porque en general la seguridad es algo que se confunde muchísimo por gente arrogante, y ser arrogante no es lo mismo que ser una persona segura. Creo que hay mucha falta de conocimiento sobre nosotros mismos, sobre lo que se quiere, sobre lo que se puede llegar a ser. La gente se limita muchísimo en todo en la vida. Creen que no pueden llegar a ni a la mínima que piensan o sueñan, y por eso hay mucho choque entre la gente que de verdad sabe lo que quiere y la generalidad, la sociedad. Y por eso pensamos que cuando una persona sueña, hace y va a por todas, es arrogante y tiene mucho ego. Y no, él sabe lo que quiere y ya va andando. Esta es una equivocación muy común en la sociedad.

¿Y en la vida en general, qué diferencia existe entre la gente que de verdad sabe lo que quiere y el resto?

La sociedad está desarrollada ya, es decir el estado ya tiene los pasos mínimos para que tú vivas al mínimo, compres, trabajes y te quedes. Y creo que la diferencia es que una quiere salir del rebaño y de la estructura que nos montan para poder hacer lo que quiere y para poder soñar, y otra está más cómoda siendo el niño mimado del Estado.

Pero para ir en contra de todo hay que tener mucha seguridad.

¿En qué situación se encuentra el MMA en España?

Hoy está habiendo muchísima más afición. Antes hablaba de MMA y había poquísima gente que supiese. Cuando ya me estaba metiendo en el rollo no había personas que de verdad supiesen ni había la posibilidad de moverse por España para entrenar y para poder nutrirse. Pero hoy en día, creo que hay bastante clubes y bastante gente. En España, técnicamente no tenemos que echar de menos nada, pero lo que teníamos que echar de menos de verdad es la seguridad de nuestro equipo, la seguridad de nuestros chavales y la educación que debemos de implantar para poder crecer.  En el día de hoy tenemos a grandes luchadores que se están desarrollando que no son menos que nadie, lo único que tenemos es falta de mentalidad y de educación. He estado en muchas partes de España y te puedo asegurar que hay mucha afición.

¿Cómo mantienes viva la pasión por este deporte?

Yo confío en la disciplina, y la disciplina es hacer algo como si fuese tu vida. Es lo que más te gusta hacer, aunque no tengas ganas, pero lo disfrutas como si fuese lo último que vas a hacer en la vida. Y cada segundo que hago, me digo: vamos, una más, como si no hubiese un mañana. Yo no pienso en mañana, pienso que ahora mismo tengo que dar el cien por cien. O sea, no hay más, eso es lo que a mí me consuela. Y no tengo cansancio de mañana, estoy ahora dándolo todo… En fin, esa es mi mentalidad.

¿Qué te gustaría expresar a la gente?

Lo que mayoritariamente quiero expresar es que confiemos. Que hay que tener muchísima seguridad en uno mismo y hay que confiar en cada paso que damos, aunque sea muy difícil porque creemos que a lo mejor el paso que dimos no fue bien, Pero no importa, es parte del proceso. El que no confíen en ti, que te equivoques, que te fallen… todo es parte del proceso, así que tú tienes que ser fiel en los momentos más bajo. Ahí es donde tienes que crearte a ti mismo, porque después, cuando ves la mínima recompensa te das cuenta de que ese momento malo es tu gran virtud.

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