La nadadora Ona Carbonell ha anunciado hoy su retirada definitiva de la natación sincronizada profesional. La doble medallista olímpica, múltiple mundial y europa, lo ha confirmado este viernes en la sede del Comité Olímpico (COE) junto a algunas compañeras y excompañeras del equipo nacional.
Después de los Juegos Olímpicos de Tokio, Carbonell abandonó la competición al quedarse embarazada de su segundo hijo. Ahora, a punto de cumplir los 32 años, ha decidido tomar la decisión de retirarse definitivamente y de colgar el bañador, al menos de manera profesional.
La deportista catalana puede presumir de ser la nadadora con más medallas mundiales de toda la historia del deporte con un total de 23 en la categoría de natación artística. También tiene a sus espaldas otras dos medallas olímpicas de Londres 2012 —una plata en dúo y otra de bronce en eqiupo— y 12 medallas europeas.
«Hoy dejo de ser una de las ‘niñas’ de sincro. La retirada del deporte siempre es difícil cuando no es traumático. Me siento afortunada y agradecida. Anunciar la retirada me llena de mil emociones, lo hago de forma serena, meditada y agradecida. El motivo por el que me retiro es que llevo 23 años en la sincro, 18 en la élite. Desde los 14 llevo en el CAR —Centro de Alto Rendimiento— de Sant Cugat y en el equipo nacional», ha comenzado explicando Carbonell en el acto de despedida.
«La sincro ha sido el espacio donde he socializado, pero también he conocido el dolor físico y mental. Me ha enseñado humildad, el valor del esfuerzo y el compañerismo. Además del respeto y el apoyo mutuo», ha añadido Ona.
Carbonell puede presumir de ser una de las referencias españolas en esta modalidad. Hace solo unos días, otra de sus grandes rivales —la rusa Svetlana Romashina— también anunció su retirada. Además, fuera de las piscinas, también ha sido una firme defensora de la conciliación entre el deporte y la maternidad.
«En alguna época me he visto obligada a trabajar en condiciones y formas que afectaron a mis compañeras y a mí en la salud mental. Reivindico la importancia de trabajar al máximo y con sacrificio, pero con una forma de trabajar con respeto y cuidado», ha apuntado.
Ona decidió apartarse del deporte profesional en 2019, aunque después volvió para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En junio de 2022 fue cuando nació su hijo Leo. Sin embargo, después de varios meses dedicados a su familia, Ona recuperó la forma física, aunque la retirada era un secreto a voces.
«El adiós en mi mente ha ocurrido muchas veces. En 2008 estuve a punto porque el camino es duro. La decisión es por lo que he sentido dentro. Desde hace meses tenía claro que ya era suficiente y que hay un equipo maravilloso que nos dará muchas alegrías. Sentía que tenía que retarme en otros ámbitos y seguir aprendiendo de la vida. Jamás me voy a desligar del deporte», ha explicado.
«Tengo muchos proyectos y también disfrutar de la familia. Mi cabeza y mi corazón no querían estar ya al mil por mil en el agua sino con la familia. No es justo para el deporte español estar a medias tintas. Con mi segundo hijo ya no me apetecía tanto estar en el agua y es tan duro que o tu pasión está a mil o nada. Vi más cerca la retirada. Es importante saber decir hasta aquí, aunque siempre tienes dudas. La retirada no es fácil. Te jubilas pronto y ahora qué. Hay que cultivar ese «ahora qué» durante la carrera», ha cerrado sobre los motivos que la han llevado a tomar esta decisión.