El creador de la saga Gran Turismo Kazunori Yamauchi, durante la final de la Gran Turismo World Series, ofreció una visión interesante acerca de su visión del simracing después de haber sido uno de los referentes en la materia desde hace décadas. Yamauchi considera que el simracing debe ser considerado una forma de deporte base para el futuro para que los mejores pilotos virtuales tengan la opción de poder correr en la vida real y así aportar al automovilismo como deporte, siendo una disciplina que ya de por sí lleva utilizando simuladores a nivel profesional durante muchos años.
Yamauchi creó la saga Gran Turismo a finales de los noventa, siendo un videojuego de referencia desde sus primeras entregas en PlayStation, siendo sus entregas en PS2 (GT3 y GT4) de las más queridas incluso a día de hoy. Con la llegada de PS3 comenzó la iniciativa de la GT Academy, en conjunto con Nissan, un proyecto a través del cual fueron capaces de convertir a pilotos de simracing en pilotos reales, siendo el primero de ellos el español Lucas Ordóñez. Esta historia fue llevada a las grandes pantallas en la película de Gran Turismo, aunque se basaron más en la historia de Jan Mardenborough en vez de Ordóñez, quien sigue siendo embajador de Gran Turismo.
Desde entonces hasta ahora, la GT Academy ha dado lugar a las Gran Turismo World Series, en la que los mejores pilotos de todo el mundo compiten entre sí en eventos de primer nivel – así fue en Barcelona, donde Coque López, Josete Serrano y Pol Urra lograron los honores para revalidar la victoria para España en la Copa de Naciones. También hay que recordar que Igor Fraga, quien fuera campeón mundial años atrás, a día de hoy compite en Japón como piloto real, pasando por Super Fórmula Lights y GT300 del Super GT, buscando su hueco en la Super Fórmula, la categoría de monoplazas de primer nivel en el país del sol naciente.
Declaraciones de Yamauchi sobre el simracing como deporte base
«Cuando hicimos la GT Academy en 2008, en aquellos tiempos la situación social era tal que nadie pensaba en si un piloto de simracing pueda convertirse en un piloto de carreras real. Y demostramos que a través de la GT Academy que eso era posible. Tras ese periodo, muchos de los pilotos de la Fórmula 1 – como Max, Charles, Carlos, Lando – llegan a pasar más tiempo en los simuladores que en coches de verdad«, comentó Yamauchi según recogen GT Planet.
«Con resultados variados, eso sí. Nadie puede dudar de los credenciales de Max Verstappen en el simracing, siendo parte del famoso equipo Team RedLine, si bien muchas veces ha estado en las portadas de medios de eSports por las razones equivocadas – incluyendo un ragequit y una rajada a principios de este año durante las 24 Horas de Le Mans Virtual en las que llamó al evento «un circo de payasos», comentó Yamauchi acerca de lo ocurrido en el mes de enero con el evento de rFactor 2.
«Ahora se produce una convergencia de ambos mundos y ahora creo que estamos entrando en un tercer periodo en el que el motorsport electrónico y los eSports tienen que convertirse en algo más inmerso dentro de los deportes reales. Pero el motorsport real tiene una historia de más de 100 años así que los cambios para esta industria no son fáciles. Lo que se necesita del mundo del motorsport es que sea más fácil para los pilotos del simracing para poder llegar.»
«Entonces el motorsport en su conjunto se convertirá en algo más natural. La gente en el motorsport está hablando todo el rato de deportes de base, pero si realmente uno piensa en lo que son las carreras de base, es algo de lo que deberían darse cuenta que necesita ser integrado«, prosiguió Yamauchi.
El planteamiento de Yamauchi es sencillo de seguir: que el simracing sea una categoría de motorsport base teniendo en cuenta la facilidad de acceso que permite en comparación con el motorsport tradicional, donde incluso correr en el karting lleva a unos presupuestos prohibitivos. También acierta en la manera en la que los pilotos de Fórmula 1 actuales, sobre todo la generación de estrellas jóvenes, dedican mucho tiempo al simracing – si bien los comentarios de Verstappen tenían bastante fundamento al fallar un sistema que hace años que debería haberse refinado.