Joana Sanz, la esposa de Dani Alves, ha contado cómo ha sido el último año para ella después de la acusación de violación a la que se enfrenta su marido. El futbolista brasileño fue acusado de violar a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona hace casi un año.
Alves permanece en prisión provisional desde entonces y ha cambiado su versión en varias ocasiones. En la última reconoció que la relación sexual y que la ocultó al principio para salvar su matrimonio. Pero lo que no ha admitido es la versión de violación por la que se le acusa hasta que salga el juicio.
La situación también ha sido complicada para Joana Sanz, que también ha tenido que enfrentarse a la pérdida de su madre. Ahora, ha utilizado su cuenta de Instagram para sincerarse con sus seguidores.
«A esto le sumamos que mi marido me falla en el momento más duro de mi vida, ya lo dije, tuve un intento de suicidio porque no podía más«, ha explicado.
También ha dado su versión sobre las infidelidades y también ha separado entre cómo los hombres y las mujeres asumen estos asuntos. «Las mujeres somos más sentimentales, si tenemos una mala etapa se soluciona. El hombre busca más una vía de escape rápida, necesita algo nuevo y algo fresco que les haga olvidarse de esa carga, ya sea laboral o de familia», ha añadido.
«Biológicamente, nosotras somos de familia y ellos de procrear. Me parece tristísimo, pero estoy haciendo un estudio de mercado este año«, ha continuado.
Sanz reconoce que desde la infidelidad de Alves, «no se ha cortado» a la hora de mantener relaciones sexuales. Además, reconoce que la sinceridad es una de sus prioridades. «A mí con tal de que no me mientan, a mí que me sean sinceros, si te quieres ir de viaje y comerte a cinco, pues avísame, para que vayamos a la par. No me veas la cara de idiota después», ha añadido para cerrar.