Los pepineros pierden 3-1 un partido que empezaron ganando y que dominaron durante mucho tiempo. Ya son 8 partidos seguidos sin ganar.
Al Leganés le está costando sumar de 3 en 3. Muy lejos queda aquella victoria en Butarque por 2-1 ante Las Palmas, el 25 de agosto. La única esta temporada. Desde entonces 4 empates y 4 derrotas que les sitúan en el puesto 17 de LaLiga, empatados con el último que marca la zona de descenso, el Valladolid.
En el Metropolitano no faltaron merecimientos del Leganés para salir, por lo menos, con un punto en el bolsillo. Y es que el partido empezó raro, con poco ritmo, contagiándose del ambiente extraño de la grada, con un fondo sur vacío cumpliendo la sanción por los disturbios en el derbi. Incapaz el Atleti de coger las riendas, lo hizo el equipo pepinero, jugando una primera parte muy sólida en la que prácticamente no pasaron aprietos. No estaban teniendo ocasiones claras ninguno de los dos equipos, pero en el minuto 34, Neyou cogió un balón de Dani Raba y la puso donde era imposible llegar para Oblak, marcando así su primer gol en La Liga.
Tan buena fue la primera parte del Leganés (o tan mala la del Atleti), que al descanso se fueron los jugadores locales con pitos en una grada, que durante muchos momentos del encuentro parecía Butarque.
El Leganés salió en la segunda parte decidido a defender el resultado e intentar pillar a los rojiblancos en alguna contra. Juan Cruz no estuvo especialmente acertado en todo el partido, pero cuando le llegaban balones era el que tenía más criterio.
En el minuto 64, Simeone ya había agotado los cambios, mientras que Borja Jiménez empezó a hacerlos en el 68, y quizás eso se notó.
En el minuto 69, después de un par de recortes de Witsel en el área, Sorloth volvió a marcar dos meses después, y este fue el inicio de un castigo puede que demasiado excesivo para los visitantes.
Giuliano Simeone, que no da un balón por perdido, rebañó la pelota en una jugada que parecía muerta, y puso un centro en el 81′ para que Griezmann se adelantase a la zaga pepinar y lograse el 2-1. El propio Griezmann vio una roja en el 89 que el VAR tuvo que corregir y dejar en amarilla.
Pidió penalti el Leganés en el descuento por supuesto contacto de Giuliano a Munir, pero el árbitro fue claro y dijo que ahí no había pasado nada. Ya en el minuto 98, después de un par de rebotes de Julián Alvarez, llegó el 3-1 de Sorloth para arruinar definitivamente una tarde que para los pepineros había empezado muy bien.
Borja Jiménez en rueda de prensa admitió que equipo había hecho un muy buen partido, sobre todo en la primera parte, pero que en los tres goles marcados por el Atlético de Madrid podían haber hecho mucho más para evitarlos.
Veremos si el próximo domingo en Butarque contra el Celta de Vigo, el Leganés consigue esa ansiada victoria que le ayude a alejarse de la zona roja.
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