Los rojiblancos ganan 4-3 al Sevilla un partido que perdían por dos goles en el minuto 62. Griezmann dio la victoria en el descuento.
Hay victorias que valen ligas. Es cierto que el Atlético de Madrid no es líder ni mucho menos, pero está ahí, en la lucha, que es lo mínimo que se le exige a este equipo, y estos son los partidos de los que te acuerdas cuando sales campeón en mayo.
Y todo es por la forma en la que lo ha hecho, remontando un 1-3 y marcando en el descuento, algo que se está volviendo ya habitual en la parroquia rojiblanca, y puede que eso los rivales lo noten cuando van por delante en el marcador a falta de pocos minutos.
Los colchoneros llegaban a este partido con un estado de forma excepcional gracias a las 8 victorias seguidas, y cerca estuvo el Sevilla de cortar esa racha, aunque más con pillería que con juego.
Salió bien el Atleti, que abrió rápido el marcador con un golazo de Rodrigo de Paul en el minuto 10. Pero poco le iba a durar la alegría a los locales, ya que solo dos minutos después Lukebakio empataba tras un tiro desde fuera del área en el que ninguno jugador rojiblanco le entró a defender.
A partir de ahí el partido se puso raro, y los pupilos del Cholo fueron incapaces de hilar más de dos pases seguidos, por lo que fruto de esa imprecisión, llegó una contra sevillista en la que Isaac adelantó a los visitantes en un tiro que llegó a tocar Oblak. Álvaro Fernández derribó a Gallagher en el área pero ni Alberola Rojas ni el VAR lo quisieron ver, y el Sevilla se fue ganando al descanso después de que a Julian Álvarez le anulasen un gol por fuera de juego.
El Atlético de Madrid se abona a las remontadas
La segunda parte no mejoró mucho para el Atlético de Madrid, que siguió perdiendo balones en pases fáciles, y en el 57 Juanlu puso el 1-3 en el tercer acercamiento del Sevilla a la portería de Oblak.
A partir de aquí, llegó la épica. Griezmann a pase de Pablo Barrios puso la primera piedra de la remontada. Pero a los rojiblancos les costó empatar, en parte debido a los enormes parones en el juego que buscaban los sevillistas, con pérdidas de tiempo en los saques y en las supuestas lesiones.
Ya en el 79 logró Lino, muy criticado por su partido en Cáceres, el 3-3 para alegría de la hinchada local. Sorloth las tuvo de todos los colores para marcar, pero se empeñó en tirar a las manos del portero los remates de cabeza, y tuvo que volver a ser Griezmann el que en el 94 desatase la locura rojiblanca.
El Atleti se queda a tres puntos del Barcelona, el líder, con un partido menos. Por su parte el Sevilla vuelve a entrar en una situación crítica, con solo 6 puntos de ventaja sobre el descenso. Queda mucha Liga y pinta a que va a ser bonita.