Cole Palmer guía a los blues para remontar ante el Tottenham y ponerse a 4 puntos del Liverpool.
Es increíble la manera en la que un equipo puede cambiar, a bien, de un año para el otro. Sino que se lo digan al Chelsea, que la pasada campaña fue incapaz ni de clasificarse a Champions o Europa League, y esta temporada, en la jornada 15, está luchando por ganar la Premier.
Mucha culpa de ello la tiene Cole Palmer. El que ahora es una estrella inglesa, hizo las maletas del Manchester City el año pasado, donde le consideraron totalmente prescindible, para recalar en un Chelsea en el que se ha convertido en uno de los jugadores más decisivos a nivel mundial. Ayer hizo un doblete desde los 11 metros y dio un recital de fútbol para que su equipo remontase el 2-0 inicial de los Spurs.
Y es que el partido empezó de la peor manera posible para los de Maresca, que en el minuto 11 ya se veían dos goles abajo tras dos resbalones de Cucurella, quien tuvo que cambiarse las botas y las enseñó después del partido en la basura a modo de broma para las redes sociales.
El lateral español aún así dio un asistencia a Sancho menos de 10 minutos después para recortar distancias. La primera parte siguió con multitud de imprecisiones por parte de los dos equipos y con un Palmer que en los primeros 45 minutos pasó desapercibido.
El Chelsea arrasó en la segunda parte
Tras el paso por vestuarios los blues aceleraron su juego y apareció la figura de Cold Palmer. Primero ejecutó un penalti provocado de manera absurda por Bissouma sobre Caicedo, y 12 minutos después, el 2-3 de Enzo Fernández vino de un rechace tras un tiro suyo.
En el minuto 84 remató la faena tirando una pena máxima que él mismo provocó a lo panenka, demostrando que es el jugador con más sangre fría de toda Inglaterra. Ya son 33 goles y 17 asistencias para él en 48 partidos de liga.
El Tottenham quiso darle un poco de intriga al final con un gol de Son en el descuento, pero el 3-4 ya no se iba a mover y el Chelsea iba a conseguir la novena victoria en 15 partidos.
Que no afloje el Liverpool, porque Enzo Maresca, aunque no quiera decirlo, ha cogido a un Chelsea que va a por la Premier League.