El año 2024 será recordado dentro del fútbol español con mucho cariño, y no es para menos teniendo en cuenta los éxitos logrados en este periodo.
La primera alegría llegó en febrero, cuando la Selección femenina, actual campeona del Mundial, lograba alzarse con la Nations League en el Estadio de la Cartuja, Sevilla, tras derrotar a Francia en la final por 2-0. En este partido, Aitana Bonmatí (elegida mejor jugadora tanto de la final como del torneo) y Mariona Caldelntey fueron las autoras de los goles que daban a España un título el cual hay que recordar que la Selección masculina también defiende, al haber logrado levantar el trofeo en la última edición de 2023.
Un verano que el fútbol español recordará siempre
Tras ello, empezaron tres meses en verano que muy probablemente los amantes del fútbol no olvidarán jamás.
En junio dio comienzo la Eurocopa de Alemania, en la que la Selección Española no era favorita ni mucho menos, pero iba con la ilusión de conseguir su cuarto título europeo de selecciones.
Tras una fase de grupos perfecta en la que España venció a Croacia, Italia y Albania sin recibir un solo gol, a los de Luis de la Fuente les tocó medirse a Georgia en octavos, una ronda que pasaron sin problemas por 4-1. A partir de aquí llegó la épica. En cuartos la Selección tuvo que jugar contra la anfitriona, en un partido histórico que acabó con el gol de Mikel Merino en el 119 para el delirio de toda España.
En semifinales España se enfrentó a Francia, probablemente la máxima favorita y la finalista de los dos últimos Mundiales. El partido empezó bastante mal cuando se adelantaron los rivales en el minuto 9, pero Lamine Yamal y Dani Olmo en 5 minutos le dieron la vuelta para meter al equipo en una nueva final.
El 14 de junio fue el día en el que la Selección Española se coronaba como campeona de Europa tras vencer a Inglaterra por 2-1, en un partido que se decidió en el minuto 86. Todo el mundo recuerda dónde estaba en ese momento, a quién abrazó cuando Oyarzabal empujó el centro de Cucurella, o cómo vivieron el pitido final.
Pero aquí no terminó la cosa. Entre finales de julio y principios de agosto, la Selección sub-21 disputó los Juegos Olímpicos de París. Al combinado español le tocó verse las caras en fase de grupos con Uzbekistán, República Dominicana y Egipto, de la que pasó a las eliminatorias en segundo lugar. Ganó a Japón en cuartos sin complicaciones y sufrió mucho para eliminar en la siguiente ronda a Marruecos, pero un gol de Juanlu en el minuto 85 selló el pase a la final, donde se enfrentaría con Francia en el Parque de los Príncipes.
El partido por el oro contra la anfitriona fue impresionante, y acabó decidiéndose en la prórroga con un doblete de Sergio Camello para poner el 5-3 y regalar a España su primer metal dorado desde 1992.
A estos tres títulos para la historia, hay que sumarles además los trofeos conseguidos en categorías inferiores de la Selección, donde España ha sido campeona del Europeo sub-17 y sub-19 femenino, además del sub-19 masculino.
El presente del fútbol español es apasionante, pero el futuro parece ser aún más prometedor, en el que España solo espera poder seguir celebrando títulos y éxitos de sus selecciones.
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