Era el único partido en las cinco grandes ligas ayer miércoles y el Arsenal no falló. Necesitaba ganar si quería recuperar la segunda plaza en la Premier League, robada por un Nottingham Forest al que nadie había invitado a la fiesta pero se ha colado a base de sorpresas.
Los de Arteta no podían dejar que el Liverpool se alejase más en lo alto de la clasificación, y la victoria de ayer les deja a solo 6 puntos, aunque con un partido más, eso sí.
Tuvieron que sufrir los gunners, que salieron dominadores y con ganas de tener el balón. Llegaron a tener más de un 80% de posesión en los primeros 15 minutos, pero como se ha dicho muchas veces, la posesión no dice nada, y el Brentford, que estaba muy cómodo en el campo, se adelantó en el minuto 13 gracias a un gol de Mbeumo tras una pérdida en el centro del campo de Odegaard. Podría haber hecho más Raya para evitarlo, ya que el balón entró por su palo.
El gol local no cambió nada el guión del partido, y el Arsenal siguió tocando el balón, siempre amenazado por las rápidas contras de los rojiblancos, que cerca estuvieron de ponerse 2-0 antes del descanso, pero David Raya supo corregir su propio fallo para hacer una parada salvadora. Ni un minuto tardó el Brentford en lamentarse de la ocasión fallada, ya que Gabriel Jesús puso el empate tras una concatenación de rebotes y rechaces dentro del área. Está a un nivel increíble el delantero brasileño, que ya lleva 6 goles en los últimos 4 partidos.
El Arsenal salió a arrasar tras el descanso
Los gunners no querían sorpresas y salieron a la segunda mitad con determinación para llevarse los 3 puntos del Community Stadium, y con un arreón en los primeros 10 minutos fue suficiente.
Primero Flekken falló en la salida de puños de un córner, lo que aprovechó Mikel Merino para adelantar al equipo de Arteta. Es el segundo gol del centrocampista español con el equipo inglés esta temporada. Solo tres minutos después, un nuevo fallo en el despeje, esta vez culpa de la defensa, regaló el balón a Gabriel Martinelli, que no falló y puso el 1-3 para cerrar el partido. Este gol dejó muy tocados a los rivales, que ya no supieron como reaccionar, lo que aprovechó el Arsenal para dormir el partido en sus pies y evitar que pasaran cosas.
De momento el Liverpool recibe el mensaje: si empiezan a fallar, los londinenses están ahí, al acecho, como las últimas dos temporadas. Empieza a ponerse interesante la Premier League.
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