El Real Madrid ganó ayer al RCD Mallorca en la semifinal de la Supercopa de España, desde el estadio King Abdulah Sports City, en Arabia Saudí. Los de Carlo Ancelotti superaron a los de Jagoba Arrasate por 3-0 y sellaron su pase a la gran Final del domingo, donde ya les esperaba el Fútbol Club Barcelona.
El partido estuvo definido por la insistencia del Real Madrid que al final tuvo sus frutos. El Mallorca fue un rival más que digno y plantó cara al conjunto blanco desde el principio. No solo haciendo un buen encuentro a nivel defensivo, no permitiendo que el Madrid desplegase todo su potencial arriba, sino que también llegando a la portería de Thibaut Courtois y generando peligro. De hecho, el partido no estuvo completamente cerrado hasta el descuento de la segunda parte, donde el Madrid marcó dos goles, ante el desgaste físico de los mallorquines.
0-0 con mucha acción en la primera parte
La primera mitad se saldó sin goles. El Real Madrid tuvo bastantes intentos sobre la portería rival, pero no fueron certeros y tampoco extremadamente claros, pues la defensa del Mallorca trabajó para no dejar espacios. Dos líneas de 4 muy bien marcadas por las que era muy difícil pasar, por detrás de los dos puntas Muriqi y Larin que exigieron a Rüdiger y Tchouaméni máxima atención. El Mallorca fue peligroso al contragolpe y cargando el área con esos dos delanteros. Trataron de explotar sus fortalezas en los duelos aéreos, con Mojica corriendo la banda y los magos Sergi Darder y Dani Rodríguez generando fútbol.
El Real Madrid contó con un gran Eduardo Camavinga, omnipresente en el campo y muy participativo en ataque. Las 4 grandes figuras de ataque, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé, no tuvieron sus mejores 45 minutos, aunque lo intentaron constantemente. Vinicius y Maffeo protagonizaron el duelo que centró todas las miradas en el encuentro. El pique entre los dos era evidente y venía de antes de este choque y su intercambio de palabras entre jugada y jugada se llevó el foco mediático. Cabe señalar una actitud muy poco deportiva por ambas partes.
Bellingham sigue marcando la diferencia
En la segunda parte llegaron los goles. Paradójicamente, fue algo descafeinada y tuvo menos ocasiones que la primera. De hecho, el Mallorca, salvo un disparo desviado de Dani Rodríguez dentro del área, apenas tuvo acciones de peligro. El Real Madrid empezó a apretar con más fuerza entrados en el minuto 60 y el gol ya rondaba sobre la portería de Greif.
Fue en el 63′ cuando Jude Bellingham abrió el marcador en una jugada rocambolesca. Participaron los 4 integrantes del ataque madridista. Rodrygo recuperó un balón en campo contrario y dejó para Bellingham. Este subió el balón para Mbappé. El francés abrió a su derecha hacia Vinicius y el brasileño apuró línea de fondo y sacó un centro espectacular para lo forzado que llegó. Ahí estaba en el área Rodrygo para poner la cabeza y rematar, pero el esférico se estrelló en el poste. El rebote lo recogió Mbappé, que chutó pero Greif lo rechazó, y ahí estaba el de siempre. Bellingham fue el que finalmente, a la tercera, introdujo el balón en la portería, casi sin hueco para marcar.
El Madrid puso el freno con el 1-0
La grada, que en su mayoría apoyaba al Real Madrid, gritó el gol enérgicamente. A partir de ahí los blancos bajaron dos marchas y prácticamente se limitaron a controlar el balón, dejando que pasen los minutos. El Mallorca tampoco supo reaccionar y no le dieron las piernas para ello. Con la entrada al campo de Dani Ceballos, el Madrid durmió el partido con el sevillano moviendo el balón de un lado a otro sin aparente intención más que de no perder el balón. Así, pasaron los minutos hasta que en el descuento el Madrid engordó un resultado que quizá no mereció ser tan abultado.
2 goles en el descuento y tensión al final
La mala fortuna golpeó al Mallorca y a su central, Martin Valjent, cuando se metió gol en propia en el 92′. Un gran pase de Brahim para Mbappé fue interceptado por el defensa mallorquinista, pero su toque sirvió para batir a Greif y suponer el 2-0 En defensa de Valjent, de no tocar el balón lo hubiera rematado seguramente el delantero francés. En cualquier caso la guinda llegó 3 minutos después. Lucas Vázquez colocó un centro medido desde la derecha para que Rodrygo la empalase a bote pronto en el área, con un remate inapelable para el portero.
Terminó el encuentro con cierta tensión, pues varios jugadores de ambos equipos se enfrentaron y tuvieron que ser separados. El choque Vinicius-Maffeo se extendió a otros futbolistas que pretendían defender a sus respectivos compañeros y eso provocó un tenso camino a los vestuarios que, por suerte, no pasó a mayores.
Primer Clásico del 2025
El próximo domingo 12 de enero a las 20:00 de la tarde en el Estadio King Abdulah de Yeda, Arabia Saudí, se disputará el primer clásico del año. El FC Barcelona ya compró su billete para la final el miércoles, tras vencer al Athletic Club por 0-2. Le siguió ayer el Madrid con su clasificación, por lo que ambos se verán las caras en la Final de esta Supercopa de España.
Los dos equipos llegan en buena dinámica tras sus victorias tanto en Copa del Rey como en la semifinal de la Supercopa. No obstante, ninguno de los dos llega en su mejor momento, lo que hace muy difícil predecir un vencedor y marcar a un favorito. El precedente más reciente avala al Barça, que derrotó al Madrid en Liga de manera contundente, con un 0-4 en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, la temporada pasada, en este mismo escenario, el Real Madrid salió campeón de la Supercopa ante el Barcelona con un 4-1. El Barcelona ha cambiado mucho desde entonces y habrá que ver quién se lleva el gato al agua esta vez.
Las claves del partido pasan por las defensas. Ambos equipos han acusado problemas atrás en sus momentos más bajos de la temporada. Ofensivamente, los dos tienen argumentos de sobra, pero el que más sólido sea atrás, tendrá muchas papeletas de levantar el trofeo. El Madrid tendrá que aprender de sus errores en el pasado Clásico, donde cayó en la trampa del fuera de juego en infinidad de ocasiones. Si Mbappé está más acertado, el escenario puede ser completamente distinto al que se vivió en aquel clásico de octubre.