Los valencianistas no recordarán esta temporada con mucho cariño por todo lo que están sufriendo. El Valencia es colista en Liga y la situación no tiene pinta de mejorar a corto plazo. Pero de momento, el equipo le ha regalado a su afición una pequeña alegría entre tantas penas haciendo los deberes y pasando a cuartos de final de la Copa del Rey.
No es que fuese un partido excesivamente bueno del Valencia, pero suficiente para despertar al Ourense, equipo de Primera RFEF, del sueño de la Copa. De hecho, el equipo gallego hizo motivos más que suficientes para pasar una ronda más, pero al final la calidad y la veteranía de las categorías mayores se acaban imponiendo.
El Valencia quiso tomar el control del balón en el inicio, y en parte lo consiguió durante los primeros minutos, pero poco a poco el Ourense se fue animando, hasta el punto de ser ellos los que llevaban la voz cantante. Cierto es que las ocasiones más claras las tuvo el equipo ché, con un Sadiq que apunta a bendición para este equipo de cara a la salvación. Fueron un par de remates delante de la portería que sacaron los problemas que han llevado al nigeriano a hacer las maletas en San Sebastián, la definición.
Pero los de Paterna no fueron los únicos con ocasiones, y es que Dimitriesvki tuvo que hacer dos paradas para que el equipo de Pablo López no se fuera por delante en el marcador.
Inicio inmejorable de segunda parte para el Valencia
Nada más salir de vestuarios se le desmoronó el partido al Ourense, ya que no habían pasado ni 5 minutos de segunda mitad, cuando Carmona, con muy mala suerte, se metió gol en su propia portería en el intento de despejar un centro del canterano valencianista Martín Tejón.
Tuvo que ir con todo al ataque el equipo gallego, cosa que casi le cuesta algún que otro susto, como el remate de Sadiq al palo, pero también sirvió para hacerle pasar un muy mal rato al Valencia. Incluso tuvieron ellos otro balón a la madera que hizo volverse loca a la afición local, la cual cantó «a segunda, a segunda» al Valencia. Los aficionados de un club en puestos de descenso de Primera RFEF mandando a segunda a un equipo de Primera División, cosas incomprensibles.
Finalmente fue Sadiq el que sentenció la eliminatoria y salía de esa mala racha goleadora (no veía puerta desde hace dos temporadas), para dar a su nuevo equipo un pequeño rayo de luz al que agarrarse en una temporada tan oscura. Ahora, a esperar rival en cuartos.
Laporta defiende la fortaleza del Barça y desmonta «el relato apocalíptico»