Parecía que iba a ser una noche tranquila en el Santiago Bernabéu para el Real Madrid. Ganaban 2-0 en el minuto 82 y el Celta no les había causado muchos problemas más allá del penalti que Munuera Montero decidió no ver en la jugada previa que dio paso al gol de Mbappé. Pero el equipo gallego sacó su orgullo y mandó el partido a la prórroga después de un error clamoroso de Camavinga y un penalti de Asencio.
Esta vez Ancelotti dejó los inventos y puso a Tchouaméni en su puesto, el medio. Fran García sustituyó al señalado Mendy, y volvieron al 11 Modric y Ceballos.
Cogió el control el Madrid pero sin peligro, sin ritmo, con la humillación de Arabia todavía en la cabeza de la afición que no dudó en pitar a su equipo en diversos tramos del encuentro.
El Celta estaba bien colocado y los blancos solo podían mover el balón de un lado para el otro, sin hacerle daño. Después de un par de ocasiones para cada lado llegó la acción polémica de la noche. Lunin derribó de manera clara a Willot dentro del área, pero el colegiado no quiso verlo y dejó seguir la jugada, jugada que en la contra acabó con gol de Mbappé volviendo a demostrar que ahora mismo es de los pocos a la altura del equipo. Una corta revisión del VAR decidió que no era penalti y que el tanto era legal.
El gol hizo mucho daño al Celta, que tras el paso por vestuarios estuvo mucho más errático que en toda la primera mitad. De esta manera, Brahim encontró a Vinicius a los 3 minutos y el brasileño puso el 2-0. Las casi 80 mil personas presentes empezaron a pensar entonces que la eliminatoria estaba cerrada, pero ni mucho menos.
Lo que hizo es romper completamente el partido, y durante el resto de la segunda parte los dos conjuntos no dejaron de tener ocasiones. El VAR incluso anuló un gol de Arda Güler a pase de Vinicius.
Y en una de estas, Camavinga regaló el balón a Pablo Durán, para que se la dejase a Bamba y metiese al Celta en el partido. Ya en el último minuto Asencio derribó al propio Bamba y Marcos Alonso definió para llevar el partido a los 30 minutos extras. Música de viento mientras en la grada.
En la prórroga el equipo gallego ya no pudo aguantar más, y Endrick con un doblete y Valverde con un golazo fuera del área evitaron un nuevo desastre, sería el segundo en menos de 5 días, lo que habría dejado muy tocado al técnico italiano.