Asociar al Manchester United con la palabra ‘fracaso’ es algo bastante difícil para cualquier amante del fútbol. Los red devils son sin lugar a dudas el equipo más importante de la historia del fútbol inglés, pero en los últimos años se está ganando los malos adjetivos a pulso.
Desde que se fue Sir Alex Ferguson del banquillo de Old Trafford en 2013, han pasado casi 10 entrenadores entre técnicos e interinos, pero ninguno ha sido capaz de dar con la tecla para devolver al United al lugar que se merece.
A día de hoy la situación es aún más trágica que nunca. La directiva decidió fichar hace unos meses al que era entrenador del Sporting de Portugal Ruben Amorim. Pero su llegada no ha hecho más que acentuar la crisis. Los mancunianos están en el puesto 13 de la clasificación de la Premier, solo 10 puntos por encima del descenso, y a 12 puntos de puesto que dan acceso a competición europea.
El propio técnico portugués, tras la última derrota en casa el pasado sábado ante el Brighton 1-3, admitió en rueda de prensa que son el peor Manchester United de la historia, «pero el primer paso es reconocerlo para poder darle la vuelta a la situación».
«El objetivo del Manchester United es mantenerse»
No es la primera vez que Amorim hace unas declaraciones tan hirientes para cualquier aficionado del United. Y es que a las pocas semanas de llegar al banquillo, reconoció que el objetivo que él tenía era salvar al equipo del descenso. Dantesco cuanto menos cuando uno recuerda lo que ha llegado a ser este equipo.
El problema del equipo es mucho más grande y hay que mirar también al palco. El United es propiedad de la familia Glazers, una de las más ricas de Estados Unidos, y desde su llegada han hecho un gasto increíble de dinero que ha acabado en nada. En los libros de historia ya quedan los 105 millones por Pogba que acabó yéndose gratis, 87 por Lukaku, 80 por Maguire, 85 por Sancho... Y se podría seguir así todo un artículo.
El reto que tiene por delante Amorim es muy grande, y es cierto que necesita piezas que no tiene para poder llevar a cabo su idea de juego, pero otra inversión millonaria de los Glazers ahora mismo parece descartada.
Habrá que ver cómo evoluciona este proyecto y si el United consigue a corto plazo volver a tener unos objetivos ambiciosos que le lleven a recuperar el trono del fútbol inglés.
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