Durante la cuarta jornada del juicio, varias jugadoras de la Selección Española, como Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina, compartieron su testimonio sobre las presiones a las que Jenni Hermoso fue sometida por parte de Rubiales y su entorno, a raíz del supuesto beso no consentido que ocurrió durante la celebración del Mundial de Australia 2023.
Alexia Putellas ha relatado cómo Jenni le expresó su incomodidad tras el beso, recordando que en el autobús comentó: «No entiendo cómo a alguien se le ocurre darme un beso. Me agarró la cara y me besó». Más tarde, en el avión, la situación empeoró cuando se le pidió a Hermoso grabar un vídeo en el que dijera que el beso había sido consentido.
Jenni, según Alexia, respondió que no necesitaba explicaciones, pues ella había vivido lo sucedido, y pidió que la dejaran tranquila. «Me decía, no puedo más», ha explicado la jugadora, quien trató de consolarla sugiriendo que aprovechara el viaje a Ibiza para desconectar, pero Jenni estaba muy afectada. «Estaba llorando antes de empezar la rúa, incluso se puso las gafas de sol».
Alexia también ha revelado que, durante ese tiempo, escuchó conversaciones sobre filtrar la situación a los medios, con menciones de Rubiales, Jorge Vilda y Rafa del Amo entre las personas involucradas dentro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Mientras tanto, Jenni seguía llorando, y sus compañeras intentaban calmarla y sugerirle que se centrara en la celebración, aunque las presiones seguían, sobre todo en Ibiza.
Laia Codina, jugadora del Arsenal y de la Selección, también ha aportado detalles sobre el estado de ánimo de Jenni Hermoso, quien parecía cada vez más desanimada. Codina ha explicado que, nada más llegar a Ibiza, Rubén Rivera insistió repetidamente para que Hermoso hablara con él, pidiéndole que se reuniera en varias ocasiones. El ambiente fue aún más tenso cuando, durante una tarde en la isla, Rivera volvió a buscar a Jenni, quien terminó llorando. Fue Ana Belén Ecube la que actuó como mediadora, asegurando a Jenni que la situación se resolvería pronto.
«El beso a Jenni Hermoso no era algo para hacer bromas»
Irene Paredes, jugadora de la Selección y del Barcelona que también ha declarado, aunque no estuvo presente en el viaje, ha confirmado que fue ella quien, en el autobús, pidió que se pusieran fin a las bromas sobre el beso, dada la gravedad del asunto.
Por su parte, Ana Belén Ecube, la última testigo en declarar durante esta sesión y amiga cercana de Hermoso, ha hablado sobre la presión constante que Jenni sintió durante su viaje a Ibiza, donde la insistencia para que hablara no paró. Según Ecube, «el ambiente en Ibiza era hostil» y ha explicado cómo el ánimo de Hermoso decayó: «Estaba cabizbaja, casi no hablaba, y eso no era propio de ella, que es una persona alegre y que acababa de ganar un mundial«.