El Real Madrid sufrió más de lo esperado para conseguir el pase a semifinales de la Copa del Rey en Butarque, y no fue porque no consiguiera una buena ventaja antes de la media hora de partido, sino porque el Leganés salió al terreno de juego con ganas de dar la sorpresa, y casi lo consiguió.
Ancelotti salió con un once muy cambiado, en el que, por encima de todo, destacaba Jacobo Ramón en la defensa, jugador del Castilla al que le pesó bastante el debut.
Rápidamente, el Madrid cogió el control del partido y no tardó en abrir el marcador. Rodrygo, que está a un nivel espléndido, le dio un pase a Modric para que el croata pusiera el 0-1. El gol hizo mucho daño al Leganés, que vio que era incapaz de frenar las llegadas de los blancos, y 7 minutos después, tras un cúmulo de rebotes en el área, el balón le llegó a Endrick y no perdonó.
Todo parecía ya decidido y se avecinaba goleada del Madrid, pero antes del descanso, el debutante Jacobo paró un disparo que iba a puerta con la mano, y el árbitro pitó penalti. Juan Cruz fue el encargado de ejecutarlo y no perdonó.
Tras el descanso, el Leganés salió decidido a empatar y lo consiguió a los 10 minutos por medio de Juan Cruz nuevamente. El extremo cogió un balón de Brasanac y, tras un par de recortes, tiró; su disparo tocó en Mendy y se metió dentro de la portería. Los pepineros acababan de remontar un 0-2.
Debut soñado de Gonzalo con el Real Madrid
Desde ese momento, hubo ocasiones para ambos conjuntos, aunque el Madrid había conseguido recuperar el control del partido. La más clara fue en el minuto 85, cuando Brahim tiró una vaselina al larguero.
Y cuando ya todo parecía destinado a los 30 minutos extras, Gonzalo García, el delantero del Castilla que también debutaba, remató un centro de Brahim en el minuto 93 y metió a su equipo en las semifinales de la Copa.
Ahora mismo, y aunque tienen que pasar varias cosas para ello, es posible que haya 5 derbis de aquí a final de temporada. Todo puede pasar.