El FC Barcelona llegaba a este compromiso de Euroliga sin demasiada confianza, tras haber sido eliminado en los cuartos de final de la Copa. Pese a ello, el conjunto blaugrana arrancó con energía en el Movistar Arena, logrando una ventaja de 11-18 en los primeros minutos. Sin embargo, Facundo Campazzo y la respuesta inmediata de Jabari Parker desde la esquina mantuvieron el marcador muy cercano. Poco después, Mario Hezonja, el capitán madridista, sumó otro acierto desde larga distancia para cerrar el primer cuarto con 19-21.
El segundo cuarto comenzó con Andrés Feliz y Bruno Fernando entrando en juego para dar descanso a Campazzo y Walter Tavares, algo que el pívot aprovechó, imponiéndose en la pintura ante un Usman Garuba más errático en ataque. A pesar del buen trabajo defensivo del jugador de Azuqueca, Fernando se entendió bien con Alberto Abalde, lo que permitió al Real Madrid igualar el marcador. Joel Parra, con un tiro sobre la bocina, puso el 23-25 al final del primer periodo.
La segunda parte se desarrolló con interrupciones y un ritmo de juego poco fluido, en el que los errores marcaron el juego. Dos rápidas transiciones ofensivas, una de Abalde y otra de Hezonja, permitieron a los blancos ponerse por delante (28-27). Aunque Chimezie Metu respondió con un triple, el Barça no lograba consolidar su ventaja. Dzanan Musa despertó al conjunto blanco con un gran lanzamiento exterior que devolvió el empate, pero desperdició la oportunidad de dejar a su equipo por delante antes del descanso tras fallar dos tiros libres.
El Barça aprovechó la última posesión de la primera mitad con una jugada ensayada, y resolvió con un triple, mandando el partido al descanso con 40-43 a favor de los blaugranas.
Tras el paso por vestuarios, el Real Madrid apostó por un juego más posicional, mientras el Barça se veía superado en los contraataques rivales. Abalde, se convirtió en un factor clave tanto en defensa como en ataque, forzando a Joan Peñarroya a pedir un tiempo muerto tras la tercera falta de Abrines. El Barça sufría en defensa, con Youssoupha Fall y Darío Brizuela sin encontrar su sitio en el esquema.
Los azulgranas se apoyaban en Anderson y Parker, pero el Madrid supo imponer su ritmo, alcanzando una ventaja de 61-45 con un triple de Abalde. La sociedad formada por Musa y Hezonja, una de las más dañinas de la competición, castigó al Barça con dos triples consecutivos, estirando aún más la diferencia (69-58). Sin embargo, Metu, desde la línea de tiros libres y con una gran acción defensiva, mantuvo con vida a su equipo y cerró el tercer cuarto con 70-67.
El Barça apostó en el último cuarto por darle más protagonismo a Metu, quien asumió responsabilidades tanto en ataque como en defensa. En el otro bando, Chus Mateo, con su rotación con un doble base formado por Feliz y Llull, permitió a Hezonja destacar en la larga distancia.
A pesar de algunos fallos del croata desde el perímetro, el Barça seguía dependiendo de un Metu que comenzaba a notar el cansancio. Parra, con una gran actuación, logró reducir la diferencia a 82-79. En la siguiente acción, Parker falló un tiro, pero Anderson forzó una falta y anotó sus dos tiros libres.
Campazzo respondió , aunque Parra volvió a acercar al Barça a un solo punto. Sin embargo, el exceso de energía le hizo cometer una falta en ataque cuando parecía estar en una posición perfecta para anotar . Llull no falló desde la línea de tiros libres y puso el 86-83, pero Parker empató con un triple a falta de poco más de un minuto.
En los instantes finales, Campazzo volvió a aparecer con una acción clave bajo el aro. Metu intentó un triple desesperado, pero falló y Hezonja capturó el rebote, sin darse cuenta de que Parra estaba al lado. El ex del Joventut robó el balón, pero en la disputa con Parker y Tavares, los árbitros señalaron un salto entre dos, ganado por el Madrid, que montó una rápida ofensiva.
Con el Barça obligado a hacer falta, Abalde anotó dos tiros libres. En los últimos segundos, los azulgranas intentaron un triple que les diera esperanza, pero ni Abrines ni Metu acertaron con sus lanzamientos, y Musa y Hezonja sentenciaron desde la línea de personal.