Los grandes jugadores sueñan durante años con disfrutar de momentos como el que se vivirá este 16 de abril en Mestalla. Un partido con un título en juego y ante el máximo rival, que puede dejar el nombre del futbolista del partido escrito con letras doradas para siempre en la historia del club.
Sin embargo, esta vez, el encuentro se puede convertir en un auténtico castigo para los dos equipos. Los dos grandes del fútbol español saben que tienen mucho que perder y muy poco que ganar. Una victoria en la finalísima no salva una temporada desastrosa para el Barcelona y tampoco disimula las carencias de un conjunto blanco que necesita recuperar su máximo nivel para soñar con la difícil Champions. De esta forma, esta será la final del miedo de dos entrenadores señalados que saben que pueden perder su puesto en este encuentro.
Ancelotti cometió fallos garrafales es el último choque
En cualquier caso, no es muy osado decir que el último clásico de la temporada no tendrá nada que ver con el que se vivió en Liga en el Bernabéu. Aquel día, el entrenador madridista se hizo el harakiri en un encuentro que rompió de forma brusca con la historia reciente de los duelos entre los dos todopoderosos de la Liga. Decidió jugar al ataque, pero se cargó al centro del campo y propuso un partido loco, ante un equipo al que le cuesta un mundo crear ocasiones ante defensas ordenadas. De esta forma, al ‘Tata’ le bastó con hacer lo de siempre para llevarse el partido.
Por eso, algunos jugadores madridistas sintieron añoranza del sistema de ayudas que proponía Mourinho y no es de extrañar que el Madrid vuelva a esa fórmula. El Barça es un desastre atrás y es de esperar que conceda opciones para marcar los tres goles que se llevó del Bernabéu sin que el Madrid se vuelque en exceso. Los blancos deben concentrarse en no recibir y tarde o temprano llegará su oportunidad. Hay que recordar que, con Casillas es la portería, el Madrid todavía no ha recibido un gol en esta competición.
Jugando al gato y al ratón
Además, si ya de por sí el equipo azulgrana da muchas facilidades defensivas, con las más que probables bajas de Piqué, Bartra y Puyol, el Madrid puede encontrarse con una autopista por el centro. No obstante, parece que los entrenadores esconderán sus cartas hasta el último momento para no dar demasiadas pistas. El Real Madrid se negó a anunciar la baja de Cristiano hasta el último momento consciente de que la presencia del Balón de Oro podía cambiarlo todo y el Barça presenta una lista llena de lesionados.
El Fideo’ ya volvió loco a Alves en Liga
La banda de Alves
Cristiano no puede forzar la máquina y el Madrid puede dejar de hacer daño por el sitio donde el Barça tiene más carencias. Isco y Di María (o incluso Bale, si en algún momento se cambia de banda) pueden preocuparse más de las subidas de Alves que de fijar su posición y aprovechar sus facilidades defensivas. ‘El Fideo’ ya le volvió loco en Liga, aprovechándose de que CR7 actuó como extremo puro por un lado y Bale hizo lo propio por el otro. El Madrid tendrá mucho ganado si es capaz de proponer constantes dos para uno por esa zona y no sacrifica su velocidad. Si mantiene a los tres arriba cuando el Barça ataque obligará a los laterales a quedarse o sacará a dos centrales ocasionales de su sitio. Seguramente, el Barça optaría por dejar a los laterales fijos atrás y perdería a dos hombres claves en el ataque.
Con todo esto, la duda será ver si el Madrid es capaz de presionar junto y ordenado durante alguna fase del partido como hizo el Atlético en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League en el Calderón. Habrá que ver si el físico le aguanta para eso, con algunos hombres muy castigados en los últimos encuentros y con Xabi Alonso y Modric lejos del nivel que mostraron a mediados de temporada.
Pinto no consigue que sus compañeros se fíen de él
Además, el Barcelona está dejando ver una inseguridad a la hora de sacar el balón jugado desde atrás que no le recuerda. Pinto no consigue que sus compañeros se fíen de él y hace que cada día que pasa los barcelonistas extrañen más a Valdés. El vestuario se niega a dar pelotazos, pero si se confirma la ausencia de Piqué, la zaga también pierde mucho a la hora de encontrar soluciones, más aún si Busquets es el elegido para poner el parche en la defensa porque nadie se ofrece como él para dar soluciones a los de atrás. Jugar con Song en el medio sería dar demasiadas facilidades.
La última oportunidad de ‘el Gato’
Por lo demás, al Madrid le quedarán pocas ganas de disputarle la posesión a un equipo al que se le puede ganar sin imponerse en ese aspecto. Los de la Ciudad Condal volverán a acumular a sus bajitos en el centro del campo, pero confiarán su suerte a la inspiración de Messi e Iniesta. Los dos deben echarse el equipo a la espalda ante la inoperancia de Cesc y la inminente jubilación de Xavi que ni sus fans ni él quieren ver.
Si las cosas van mal, Martino puede apostar por Alexis y sobre todo por Pedro; el Madrid no tiene a nadie
Asimismo, si como parece, Martino se empeña en poner a Neymar por la derecha de inicio, el argentino le volvería a sacrificar en silencio, porque esa decisión es la que convierte a un genio que solo sabe jugar por el perfil izquierdo-central en un jugador verdaderamente vulgar. En el ataque del otro bando, todos los ojos apuntan a Benzema, que deberá hacerse grande sin Cristiano. El galo se encuentra ante la penúltima oportunidad de triunfar en el Madrid, antes de que fichen a un delantero de nivel que le quite de en medio de una vez. Con que aproveche la mitad de las que tenga, los madridistas se darían por satisfechos, después de ver su doblete con carrusel de fallos incluido en el último clásico en la competición de la regularidad.
El plan ‘B’ de los culés
Por último, los madridistas volverán a acordarse de Jesé, que no pudo caer lesionado en peor momento. Los que le han visto jugar unos cuantos partidos saben que tiene el carácter para suplir la baja de Cristiano con solvencia, pero sin él su equipo queda huérfano en el campo y en el banquillo. El Madrid no tiene cambios debido a la epidemia de bajas por mucho que Morata marque en partidos intranscendentes, mientras que el Barcelona sí se guarda gran parte de su veneno. Si las cosas van mal, Martino puede apostar por Alexis y sobre todo por Pedro, un hombre que debe caerle muy mal a su entrenador para jugar tan poco. En la selección, con el permiso de Iniesta, siempre brilla más que todos sus compañeros.