José Mourinho vive un momento dulce en el banquillo del Chelsea. Después de que todos dieran a su equipo por muerto en Premier e incluso en Champions League, el exentrenador del Real Madrid está encontrando los resultados, gracias al excepcional sistema defensivo que tiene montado.
Contra el Liverpool volvió a sacar el autobús que tanto está amortizando en los últimos tiempos y que le permite seguir con todas las opciones de llegar a la final de la Champions League. Este domingo el planteamiento no fue muy diferente al del martes, pese a que jugó con muchos suplentes.
El equipo londinense se echó completamente atrás en la segunda parte frente al Liverpool, para defender el gol de ventaja que habían obtenido gracias al resbalón de Gerrard. En la contra, Torres asistió a Willian para terminar con el partido y Mourinho se dio una carrera por la banda, llevándose la mano al pecho en repetidas ocasiones.