La acción de Dani Alves en El Madrigal va a traer mucha cola tanto dentro como fuera del terreno de juego. Puede decirse que desde aquel momento el hecho de comerse un plátano en público tendrá para siempre un significado diferente.
En cualquier caso, no todos lo entienden así. Famara Diedhiou que milita en el Gazélec Ajaccio marcó el gol decisivo en el partido que enfrentaba a su equipo con el Red Star. Al senegalés se le ocurrió celebrarlo comiéndose una banana que le pasaron desde el banquillo y lo pagó caro.
No es la primera vez que el colectivo arbitral muestra su poca sensibilidad con este tipo de temas. Muchos jugadores han visto tarjeta por enseñar lemas en apoyo de víctimas de catástrofes mientras que los colegiados se empeñan en aplicar la norma estricta. La FIFA debería de darles indicaciones para saber diferenciar unos casos de otros.