Desde que Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid, se ha empeñado en romper por completo con la herencia recibida y ponerle su sello a todo lo que hace el Real Madrid. Robben, Sneijder y por último Higuaín vieron el camino de salida para que el presidente pudiese apostar por sus hombres.
De hecho, de la etapa de Calderón en la presidencia solo quedan dos jugadores en la primera plantilla fichados en esos años. Pepe, un hombre que desde el principio se mostró muy cercano a Florentino, que tendrá que ver cómo se resuelve su competencia con Varane la temporada que viene; y Marcelo, que es permanentemente cuestionado.
Lo cierto es que Marcelo no ha vuelto a ser el mismo desde que se lesionase con su selección en octubre de 2012. Al lateral izquierdo brasileño se le vio pasado de peso y sigue sin recuperar su tono físico. Además, su capacidad defensiva no convencía a Mou ni tampoco deja tranquilo a Ancelotti. En el club piensan que se lo toma todo a broma y que le falta implicación. Ya han hablado con él en este sentido y no ven ningún resultado.
Por eso, un jugador que estaba fuera puede terminar renovado con subida de sueldo incluida, según El Confidencial. Los últimos partidos de Fabio Coentrao han cambiado la opinión de todos sobre el portugués, puesto que ha demostrado que como defensor está muy por encima de su competidor por el puesto y también tiene recorrido ofensivo.
Coentrao cobrará un millón de euros más y ampliará su contrato hasta 2018, la misma fecha en la que cumple el compromiso de Marcelo con el Real Madrid. En el Real Madrid, siempre se confió en la capacidad de Coentrao para triunfar en el club, pero el jugador dejó de esforzarse porque se sentía maltratado por algunos sectores de prensa y afición.
Sin embargo, el poder infinito que se le otorgó a Cristiano Ronaldo sirvió para recuperar a un jugador importante para la causa. Los dos jugadores portugueses siempre se llevaron bien, pero esta temporada han compartido más tiempo juntos porque Coentrao se quedó sin permiso de conducir. La charla sirvió para que el defensor zurdo se olvidase de las salidas y se tomase el final de temporada con profesionalidad.