El Sevilla se impuso en la final de la Europa League en la tanda de penaltis, después de un partido frenético. El Benfica falló muchas ocasiones y se chocó una y otra vez contra Nico Pareja, el mejor jugador del encuentro. De hecho, los portugueses encerraron en su área a los campeones en la última fase de la primera parte y de la segunda del tiempo reglamentario.
Ni Rakitic ni Bacca tuvieron su día, pero el Sevilla supo competir y soportar el chaparrón que le cayó por parte de un señor equipo en algunos minutos. Beto fue el héroe en la tanda de penaltis en la que el Benfica se volvió a topar con una maldición que ya dura 52 años.
El Sevilla llegó a Turín con su once de gala, mientras que su rival se presentó en la gran final repleto de bajas y con el peso de la maldición sobre su espalda. Sin embargo, desde el minuto uno se notó que se trataba de una final y que poco importaban los antecedentes.
Los dos equipos entendieron en la primera parte que las finales no se juegan, se ganan. La tensión se comió al fútbol y las ocasiones de gol brillaron por su ausencia en esa fase del partido. Mucho centrocampismo, lo que llevo a Jorge Jesús a meter más músculo en la zona media, tras la lesión de Sulejmani.
El Sevilla daba la sensación de poder hacer daño a la espalda de la defensa lisboeta, que jugaba muy adelantada, pero solo inquietó a Oblak en un disparo con rosquita de Alberto Moreno que tampoco iba demasiado ajustado. Asimismo, el lateral preseleccionado por ‘la Roja’ perdió varios balones que le pudieron costar un disgusto a su equipo, pero el Benfica tampoco concretó sus jugadas.
Con todo esto, el conjunto luso se desperezó al final de la primea parte y el Sevilla pudo pagarlo caro. Maxi Pereira, Rodrigo y Luisao se acercaron peligrosamente al gol, justo antes de que Fazio rozase el penalti en una jugada en la que Gaitán ya se iba solo frente a Beto.
De esta forma, el descanso llegó en un buen momento para los sevillistas. El equipo necesitaba aire, pero tras la reanudación el Benfica no aflojó. Alberto Moreno estaba más nervioso que nunca y una perdida suya de balón no terminó en gol porque Pareja sacó el balón de Rodrigo bajo palos y se fue a tapar los dos rechaces que tuvo el equipo que vestía de rojo.
Los arreones del Benfica
El partido entró en un ida y vuelta en el que Reyes pudo adelantar a los suyos en una de las pocas veces en las que había aparecido Rakitic, pero la cruzó demasiado en el mano a mano en la ocasión más clara del Sevilla hasta el momento. En todo caso, el Benfica no se amedrentó porque sabía que la velocidad de sus delanteros podía hacer mucho daño en ese tipo de juego y no se adelantó en el marcador porque el colegiado no quiso. Alberto Moreno cometió un penalti grosero sobre Lima, pero el árbitro prefirió mirar para otro lado.
Además, una mano involuntaria de Carriço dentro del área hizo que los campeones portugueses enloqueciesen con el árbitro en el momento de más nervios del partido. Después, el choque se fue tranquilizando y el Sevilla recuperó algo de control, pero esa fase solo duró hasta que el Benfica volvió a tomar aire.
En los últimos minutos, las Águilas se fueron a por el partido en el arranque final. Lima lanzó un obús impresionante y obligó a Beto a lucirse para sacar el balón. El Sevilla volvió a estar contra las cuerdas y Garay también pudo marcar en una jugada a balón parado, pero su remate se fue por encima del larguero. Por aquel entonces, el Sevilla pedía con insistencia la prórroga porque estaba acorralado y el mismo exmadridista pudo marcar en una tijera que salió con la misma suerte que su cabezazo anterior.
Las plegarias del Sevilla fueron escuchadas y se llegó al tiempo extra. El cansancio no dejó a los equipos jugar demasiado, aunque el entrenador del Benfica apostó por meter a Cardozo en el campo y jugar con tres delanteros. Bacca pudo marcar en la primera parte en una jugada en la que encaró solo a Oblak, tras un servicio impresionante de Rakitic, pero su disparo con el exterior salió fuera. Ocasión inmejorable que dejó muy tocado al colombiano.
Finalmente, en la segunda parte de la prórroga los portugueses fueron mucho más valientes, volvieron a meter al Sevilla debajo de la portería, pero no tuvieron fuerzas para crear peligro a una defensa ordenada. En los penaltis, Cardozo recordó viejos fantasmas y falló su lanzamiento, Rodrigo tampoco pudo con Beto, mientras que ninguno de los lanzadores sevillistas falló. Estalló la euforia en Sevilla, mientras Beto y Rakitic no podían aguantar las lágrimas de emoción.
SEVIILA: Beto; Coke, Pareja, Fazio, Alberto Moreno; Mbia, Carrico; Reyes (Marko Marin, min.78 (Gameiro, min.104)), Rakitic, Vitolo (Figueiras, min.110); Bacca.
BENFICA: Oblak; Maxi Pereira, Luisao, Garay, Siqueira (Cardozo, min.99); Amorim, André Gomes, Nico Gaitán (Cavaleiro, min.119); Sulejmani (André Almeida, min.25), Lima y Rodrigo.
0 – 1, Lima, gol.
1 – 1, Bacca, gol.
1 – 1, Cardozo, falla.
2 – 1, Mbia, gol.
2 – 1, Rodrigo, falla.
3 – 1, Coke, gol.
3 – 2, Luisao, gol.
4 – 2, Gameiro, gol.
Árbitro: Felix Brych (ALE). Amonestó a Fazio (min.11), Alberto Moreno (min.13) y Coke (min.98) en el Sevilla; y a Siqueira (min.30) y Almeida (min.100) en el Benfica.