El fútbol está lleno de tópicos. Frases muchas veces absurdas que se suelen repetir una y otra vez cuando más conviene, pero si han adquirido esa fama es porque tienen mucho de cierto. En este caso, solo se puede decir que una final es una final y que poco importan los antecedentes. Este partido será muy diferente a los que estos dos equipos han protagonizado hasta ahora y ninguno de los dos se volverá loco en busca del ataque. Por eso, el partido se jugará en un tablero de ajedrez que dará para muchas claves tácticas.
El centro del campo: No se espera un dominio claro de ninguno de los dos contendientes. De esta forma, la acumulación de hombres en esa zona puede ser clave. ‘El Cholo’ piensa en el trivote para contrarrestar el cambio en el Madrid. En los duelos anteriores entre ambos equipos, Bale o el mismo Cristiano no habían sido tan generosos en la ayuda como se espera este sábado, porque Ancelotti todavía no había utilizado el 4-4-2 que le coronó como todo un estratega en la final de Mestalla.
El perfil derecho de la defensa rojiblanca es el más flojo con diferencia
Las opciones para el Madrid en esta parcela pasan porque los nervios no le jueguen una mala pasada a Illarramendi o a cualquiera que se encargue de sustituir a Xabi Alonso. El Atlético tiene la suerte de contar con Gabi y con Tiago en su mejor estado de forma y con un Mario Suárez que siempre cumple.
La banda derecha rojiblanca: Hasta ahora, el Madrid se creía superior al Atlético y no había explotado alguna de las armas que lucía contra el Barcelona. El dos para uno en la banda derecha que sufrió Alves con Di María y Cristiano lo sufrirá también Juanfran en la finalísima. Salta a la vista que tanto en el Barça como en el Atlético ese perfil defensivo es el más flojo con diferencia.
Las jugadas a balón parado: El Atlético ha hecho del balón parado su modo de vida, mientras que el Madrid se mostraba vulnerable en este aspecto a principio de temporada. En cualquier caso, a nadie se le escapa que ninguno se puede descuidar en este aspecto. El Madrid no trabaja tanto las jugadas ensayadas, pero tiene hombres con mucho poderío áereo. Los blancos también tendrán mucho camino andado si no hacen faltas en el borde del área y se preocupan de no conceder muchos saques de esquina. En la ‘final’ de la Liga el gol colchonero solo podía llegar de esa forma y el Barça lo sabía, pero no supo contrarrestarlo.
Las lesiones: Mucho se ha hablado esta semana de este aspecto y no se puede negar que tiene una importancia capital. Sin embargo, en un partido de estas características la dependencia del Atlético de Diego Costa parece mucho mayor que la del Real Madrid por cualquiera de sus tocados. Además, con casi toda seguridad la probabilidad de los blancos con contar con todos es mucho mayor.
El estado de forma: Los dos equipos llegan muy cansados a la cita más importante del año. Las bajas de última hora del Madrid han hecho que muchos de sus jugadores se carguen de minutos y tengan problemas para acabar los partidos. Modric no es el de principio de temporada, pero ese problema también lo tienen muchos jugadores al otro lado de la ciudad. El día del Levante el Atlético claudicó porque no podía más en lo físico y lleva tiempo ganando los partidos con lo justo, cuando a principio de campaña no era así. Llegan al límite, pero han sabido sacar las fuerzas en los momentos importantes a base de ilusión.
Los banquillos: Con las plagas de bajas, los dos equipos no dejan mucho para los cambios. La lesión de Jesé se ha olvidado rápido, pero sigue teniendo una importancia capital. Era el único capaz de revolucionar desde el banco madridista, que ahora se lo fía todo a Isco, ante la inmadurez de Morata. Por parte rojiblanca, los suplentes han crecido mucho en las últimas fechas. Sosa y Diego han aportado mucho en los últimos encuentros y si Arda y Diego Costa juegan, Simeone tendrá más ases en la manga.
Los partidos previos: No se repetirá la historia, pero los cuatro partidos anteriores han servido para que estos dos equipos se conozcan mucho mejor. No obstante, la derrota en la final copera del año pasado todavía pesa en el bando madridista. Los condicionantes anímicos de todos estos partidos son muchos y jugarán un aspecto vital. Se medirán todavía más todos los movimientos.
Los nervios de Illarra y el bajón de Modric pueden traicionar a los de Concha Espina
Los entrenadores: Parece que en este tipo de partidos no hace falta motivar más a los jugadores. Los dos entrenadores han conseguido meterse a su equipo en el bolsillo en el apartado anímico, pero en lo táctico Ancelotti genera muchas más dudas. Habrá que ver si en el último partido de la temporada da la de cal o la de arena. Simeone ha conseguido que todos sus jugadores remen en la misma dirección.
La Historia: Este aspecto juega claramente a favor del Real Madrid. Los partidos en muchas ocasiones se ganan con la camiseta y la confianza madridista en este aspecto es máxima. Los jugadores merengues están más habituados a esta clase de partidos y muy pocos pueden impresionarse por el ambiente. Llevan tiempo soñando con este partido.
La presión: Una derrota blanca puede traer serias consecuencias y los jugadores saben que tienen la obligación de ganar. Asimismo, los del Manzanares ya han cumplido esta temporada. Serán héroes ganen o pierdan. La presión se la ponen ellos porque en cualquier caso ya forman parte de la historia del club y sus aficionados se volcarán con ellos de igual manera.