El Real Madrid culminó la fiesta de la décima Copa de Europa, conquistada el sábado en Lisboa ante el Atlético, con una celebración por todo lo alto en un Santiago Bernabéu engalanado para la ocasión y prácticamente lleno, donde los jugadores fueron los auténticos protagonistas y Casillas, Ramos y Ancelotti los más aclamados.
«Hoy toca pensar en la undécima». El capitán blanco no dudó en arengar a la entregada afición para seguir con la línea de este año, una temporada ya histórica en la que el conjunto madridista puso fin a la espera de doce años. La ansiada 'Décima' y la espera en el estadio fue una combinación que desató la euforia de los presentes con la llegada del equipo pasadas las 22:30.
Un gran espectáculo de luz y sonido sobre el césped del campo fue el escenario en el jugadores y técnicos fueron apareciendo bajo la ovación de todos los presentes. Con las mejores imágenes de la temporada proyectadas en pantallas gigantes en el centro del campo y el sonido del que podría ser un nuevo himno blanco, el primero en hacer aparición fue el técnico Carlo Ancelotti.
El italiano no se cortó y se arrancó a cantar. Después, según el orden decreciente de los dorsales fueron apareciendo los jugadores del Madrid, ovacionados uno a uno por una afición entregada y con ganas de fiesta. Como ocurriera anoche en Cibeles, Ramos y Casillas fueron los encargados de levantar la 'orejona' para brindarla a los presentes, con 'We are the champions' de Queen de fondo.
«La espera ha merecido la pena, es vuestra y de todos los madridistas del mundo. Después de hoy toca pensar en la undécima», dijo Casillas. «Me siento un privilegiado por formar parte del mejor equipo del mundo. Ojalá me pueda retirar aquí. Desde el primer día noté el apoyo de la afición. Se lo dedico a mi familia y también a Pitina, la mujer de Florentino, que nos ha ayudado desde el cielo», apuntó Ramos.
El delantero portugués Critiano Ronaldo también dirigió los cánticos del público con su conocido: «¡Uno, dos y tres, Hala Madrid». La vuelta al estadio y los saludos a los miles y miles de aficionados culminaron una celebración distendida en el que los hijos de los jugadores reclamaron gran parte de los focos sobre el césped.
La fiesta en el Bernabéu ponía punto y final a una intensa tarde de festejos que comenzó con la visita a la sede de la Comunidad de Madrid y que continuó con otra visita institucional al Ayuntamiento. El programa de los blancos se vio condicionado por la celebración este domingo de las elecciones europeas, a lo cual tuvieron que ajustarse.