El verano de Iker Casillas y Sara Carbonero no ha sido el más tranquilo desde que forman pareja. La actuación del portero en el Mundial de Brasil y el comienzo turbulento de la pretemporada en el Real Madrid han hecho que los dos estén en el ojo del huracán constantemente.
Sin embargo, encontraron tiempo para relajarse en unas vacaciones que transcurrieron entre el Algarve portugués, Almería y Corral de Almaguer, el pueblo de la periodista, donde se llegó a especular que estaban preparando su boda. Todo eso no eran más que rumores, pero lo cierto es que los dos siguen viviendo su amor con la misma pasión del primer día.
La prueba de que las cosas no han cambiado mucho en la pareja desde el famoso beso de la final de Sudáfrica está en la imagen del baño que los dos se dieron en Almería el pasado 15 de julio. En esta ocasión, el pequeño Martín no estaba con ellos y los dos parecían estar completamente abstraídos de las polémicas que habían protagonizado días antes.
Hay que recordar que Casillas insultó a un seguidor en las redes sociales, cuando esta persona pidió que tiraran al niño al agua en una foto en la que Sara Carbonero le sostenía en los brazos. No obstante, parece que un mes después de todo aquello la suerte le sonríe al guardameta completamente.
La publicación de esta foto no le vendrá mal porque no deja de ser una escena que todo hijo de vecino protagoniza en sus veraneos y le sirve para afianzar públicamente su amor. Además, la titularidad que le llegó en la Supercopa va camino de repetirse en Liga por lo que tanto en lo personal como en lo profesional todo va viento en popa para Iker.