El nombramiento de Dunga como nuevo seleccionador brasileño no dejó indiferente a nadie. Los aficionados brasileños pedían a gritos la cabeza de Scolari, pero con el nombramiento de otro exseleccionador solo encontraron más de lo mismo. La gente ya está cansada de racanería y quiere samba, aunque es consciente de las limitaciones de esta generación. Scolari era un buen pararrayos, pero los dirigentes de la Confederación se han quedado desnudos con Dunga.
El nuevo entrenador promete trabajo y anuncia que seleccionará a “jóvenes y veteranos” en su primera lista. La Copa América 2015 es el objetivo, pero nadie confía ya en las opciones de Dunga. El entrenador ha cometido la torpeza de menospreciar a todos los jugadores brasileños, cuando le preguntaron por Neymar. “Él es el mejor jugador brasileño, pero no se le puede llamar crack», dijo el seleccionador, como si Brasil solo tuviera jugadores vulgares.
No obstante, el excapitán brasileño tuvo que matizar sus palabras. “Vamos a ver. Pelé, de cada diez partidos, resolvía seis o siete…Garrincha resolvía seis o siete… Es lógico, como más avanza el fútbol, más difícil se pone. Los espacios son más reducidos, los marcajes más fuertes. El rival te pone a dos jugadores encima… Hoy en el fútbol moderno para marcar diferencia, de cada diez partidos tienes que decicir cinco o seis».
Parece que Dunga tiene poca memoria o no quiere reconocer que en el pasado Mundial Neymar resolvió todos los partidos en los que Brasil salió victorioso. Asimismo, la llegada de Dunga si ha tenido un efecto positivo inmediato en un aspecto. El nuevo seleccionador quiere que su equipo recupere la humildad en sus declaraciones.
Luis Filie Scolari vendió varias veces el oso antes de cazarlo, mientras que Dunga habla de “reconquistar el espacio perdido en el fútbol mundial a base de trabajo y humildad” en una crítica directa a su predecesor. Asimismo, huye de los mensajes catastrofistas diciendo que también se hicieron cosas buenas en el Mundial, pero lamenta que Brasil, aunque tenga creatividad, no tenga la organización del fútbol alemán. El nuevo entrenador tampoco quiere ver que lo que le faltó a Brasil fue precisamente lo que definía al equipo hace años y que Alemania les superó también en el ‘jogo bonito’.