Brandao contra Motta. Un cóctel explosivo. Antes de ver el partido que enfrentaba al PSG frente al Bastia, los aficionados al fútbol podían prever que si estos dos colosos chocaban podían saltar chispas. Sin embargo, pocos podían adivinar que estos dos veteranos permitieran que la lucha saliese fuera del campo.
El PSG ganó por dos goles a cero al Bastia, en un encuentro marcado por la tempranera lesión de Ibrahimovic y por los goles de Cavani y Lucas Moura. Después, algo no le sentó bien al atacante brasileño del equipo derrotado o simplemente no supo digerir el resultado de forma civilizada.
Brandao esperó a Motta en el túnel de vestuarios. Ni siquiera le gritó ni se fue a por él como un loco, se quedó quieto hasta que el internacional italiano pasó por su lado y le dio un cabezazo de la forma más cobarde. Además, nada más agredirle salió corriendo hacia su vestuario y dejó al exbarcelonista sin ninguna capacidad de respuesta. Motta se fue a por Brandao, pero se encontró a varios jugadores y a trabajadores del club que le frenaron.
El centrocampista del PSG sangró abundantemente, le acababan de fracturar la nariz, pero sus compañeros consiguieron calmarle. Edinson Cavani y Ezequiel Lavezzi no daban crédito de “la piña” que le acaban de dar a Thiago, pero parecían consolar a su compañero diciéndole que la pena para Brandao será mucho peor que el daño físico que el sufrió.
El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi solicitó que el agresor fuera sancionado “de por vida”. Para el mandamás del PSG este tipo de actos “tienen que ser castigadas de forma ejemplar». El ex del Shakhtar, que ya protagonizó duelos encarnizados con el Barcelona en su etapa en Ucrania que le dieron muy mala fama en España, se enfrenta a una posible sanción de dos años, la máxima que establece la Federación Francesa de Fútbol. Brandao es reincidente porque el año pasado cuando militaba en St-Étienne le dio un codazo a Johan Cabaye. A sus 34 años, la carrera del jugador de Bastia puede tener un final precipitado.