El nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, ha anunciado este domingo que deberá acudir a rehabilitación para tratar su problema con el alcohol, tras el positivo que dio la pasada semana cuando conducía su vehículo.
Phelps, que a punto estuvo de doblar la tasa de alcohol permitida al volante, pidió perdón y reconoció su error. «Los últimos días han sido extremadamente difíciles. Nadar es una parte fundamental de mi vida, pero en este momento tengo que centrarme en mí», explicó en Twitter.
«Me voy a tomar un tiempo (lejos de la piscina) para entrar en un programa que me proporcionará la ayuda que necesito para entenderme a mí mismo», agregó el 'tiburón' de Baltimore, quién admitió el error. «Lo reconozco y no es mi primer error de juicio. Estoy muy decepcionado conmigo mismo», dijo.
«Creo que debo hacer el trabajo necesario para aprender de esta experiencia y tomar mejores decisiones en el futuro», sentenció Phelps, que «fue incapaz de superar de manera satisfactoria una serie de pruebas que permitieran garantizar su sobriedad» en el momento de ser detenido ebrio al volante.