El Sevilla goleó (1-6) al Sabadell en el duelo de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado este miércoles en la Nova Creu Alta, un duelo desigual en el que el enchufado conjunto de Unai Emery, colíder de la Liga BBVA, no levantó el pie del acelerador para seguir sumando, esta vez liderado por Aspas y Reyes, que no desaprovecharon los minutos.
Iago Aspas y José Antonio Reyes se gustaron durante los 90 minutos de un duelo que de nuevo aprovechó el técnico sevillista para seguir rotando a su amplia plantilla. Los dos aprovecharon la oportunidad para dar el paso al frente que pide Emery y, con tres y un gol cada uno (los otros dos fueron de Kolodziejczak y Gameiro), arrasaron a un Sabadell sin Raúl Tamudo, lesionado, entre otras bajas sensibles.
El cuadro catalán, que en segunda ronda venció al Murcia y en la tercera quedó exento, comenzó bien puesto en el campo. La buena defensa local impedía a los andaluces encontrar huecos. El Sevilla se lo tomaba con calma hasta que pasados los 20 minutos llegó un pequeño acoso que terminó con el primero de los visitantes, obra de Kolodziejczak en un saque de esquina. El estreno goleador del francés fue el principio del fin para los de Miquel Olmo. Antes del descanso, de nuevo el Sevilla imponía su calidad con Aspas poniendo el 0-2.
El conjunto sevillista comenzó la segunda mitad dominando el balón y el ritmo del encuentro. El Sabadell trató de reaccionar y ante la salida tímida de los locales, el Sevilla mató con el tercero, obra de Aspas. La máquina bien engrasada que es el Sevilla pasó por encima de su rival con tres goles en diez minutos. Gameiro anotó de penalti en el '67' y Reyes vio puerta en el '71 (0-5).
Sin nada que perder y con mejoría tras los cambios, el Sabadell encontró el gol de la honra por medio de Forgas. Aunque ya en el descuento, con otro penalti, Aspas cerró la goleada y su triplete (1-6). El Sevilla demostró que no conoce relajación y sigue creciendo con miras altas. Los de Sabadell por su parte tendrán que centrarse en su guerra que es la Segunda División, con un duelo de vuelta a principios de diciembre que puede ser más un castigo que un premio.