Curiosamente, entre los presidentes de los gobiernos de la democracia española existe una clara división en cuanto a lo que a simpatías futbolísticas se trata. Los del PP fueron confesos madridistas, mientras que el resto se decantaba por otras opciones o pasaba del deporte rey. Ni siquiera los de UCD le tenían demasiado cariño al merengue ya que Calvo Sotelo no tenía ningún interés por el balompié y Adolfo Suárez se alegró como el que más de la victoria del Depor en el Centenariazo.
De hecho, en el panorama político actual se ve que Mariano Rajoy es el único que simpatiza con el club de Concha Espina. Rubalcaba era del Madrid, pero Pedro Sánchez se volvió colchonero tras el paso por el Estudiantes en su etapa como jugador de baloncesto.
Asimismo, Pablo Iglesias también huye de la casta futbolística. El líder de Podemos es del Rayo Vallecano y del Numancia, según contó el presentador de Las Mañanas de Cuatro, Jesús Cintora. El líder de Podemos nunca ha sido muy forofo del fútbol, pero iba a menudo a Los Pajaritos en los años que pasó en Soria.
No obstante, el político de moda no se corta a la hora de citar al Cholo de Simeone, siempre que le viene bien para su discurso. «No soy muy 'tiffoso' de nadie, pero me entusiasma el espíritu del Atlético de Madrid», dijo el profesor de universidad en una entrevista en la que defendía el que éxito del Atlético era el triunfo de los humildes frente a los grandes.
Muchos pensaran que el mito del Madrid franquista todavía sigue muy presente en la cabeza de los políticos españoles, pero la tónica habitual en Europa es que los políticos de izquierdas no animen a los equipos grandes. François Hollande defiende los colores de dos equipos que juegan en la tercera francesa, pero si tiene que elegir a un equipo grande, se decanta por el Olympique de Marsella, un conjunto ligado por culpa de sus ultras a la extrema izquierda.
Asimismo, Alexis Tsipras, flamante primer ministro griego, tampoco siente devoción por el vigente campeón de Europa. El líder de ICV, Joan Herrera, habló para el Huffington Post sobre sus vivencias con el líder de Syriza y le definió como un forofo culé (y ningún forofo culé le tiene cariño al Real Madrid).
Herrera aseguró que al heleno que ha hecho temblar a los mercados de todo el mundo “siempre le ha interesado mucho nuestra política y la cultura española”. En cambio, en lo que se refiere a tendencias futbolísticas no muestra ninguna duda. “Tenía unas ganas tremendas de acudir este fin de semana al Camp Nou”, ya que quería aprovechar una reunión de partidos de izquierdas en la Ciudad Condal para acudir al fútbol. “Creo que va a tener que ir al estadio ya como primer ministro”, declaró Herrera.