El Barcelona venció al Manchester City en el Etihad Estadium (1-2) en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Luis Suárez firmó un doblete que pudo dejar a los suyos con todo resuelto, pero finalmente los de Luis Enrique se tuvieron que confirmar con un buen resultado para la vuelta.
La primera parte fue un auténtico monólogo en la que los barcelonistas pudieron meterle un saco de goles a su rival. Luis Suárez pudo convertir muchos más goles de los que marcó y el equipo de Pellegrini dio una sensación de pobreza extrema. Los nuevos ricos de Manchester llevan tiempo jugando a ser el nuevo Barça, pero fracasan una y otra vez en el intento. En la segunda parte se dejaron de retorica y tiraron de la típica furia inglesa para meterse en la eliminatoria. Messi falló un penalti en el último suspiro porque Hart se estiró para mantener con vida al entrenador que le quiso quitar del medio.
Luis Enrique volvió a apostar por el once de gala con Ter Stegen en la portería para el primer compromiso europeo importante del año. Por su parte, Pellegrini alineó sorprendentemente a la misma defensa que le hizo naufragar el año pasado en la misma eliminatoria, pero con un centro del campo y un ataque radicalmente diferente. Milner y Fernando tenían la dura tarea de cubrir a Yayá Touré, pero eso son palabras mayores.
El duelo se jugó de tú a tú en los primeros minutos. Parecía que los dos equipos se respetaban demasiado, pero pronto se vio que Luis Suárez estaba muy activo en su regreso a las islas. Messi protagonizó el primer acercamiento peligroso en una combinación con Neymar, pero su remate fue tapado a tiempo por Demichelis.
Luis Suárez encontraba muchos espacios, pero su sobrepeso evidente le hacía parecer lento ante la zaga de los ‘citizens’. Sin embargo, el charrúa sacó petróleo de un balón que se le quedó suelto en el corazón del área. Kompany tuvo mala suerte al intentar despejar un balón en un saque de banda y el último pichichi de la Premier no se lo pensó. El ‘9’ la cruzó desde el perfil derecho de su ataque, lejos del alcance de Hart.
Después, el partido se convirtió en una auténtico paseo azulgrana. Los hombres de Pellegrini perseguían sobras sin ningún orden y no eran capaces de entender el juego de Leo Messi entre líneas. Solo se jugaba en el campo del equipo local, a pesar de que el Barça tomaba precauciones para no descubrir su retaguardia.
Otra vez Luis Suárez se plantó solo frente a Hart, pero el meta consiguió evitar en su salida que el balón se le colara entre las piernas. El segundo parecía cuestión de tiempo y llegó en una jugada colectiva con el sello de la casa. Messi hizo una diagonal eléctrica, conectó con Jordi Alba en la izquierda y el centro del lateral lo remató ‘Luisito’ lanzándose al suelo.
El segundo fue un auténtico mazazo para el City, que vio como en solo media hora la eliminatoria estaba terminada. Intentaron reaccionar, pero demostraron que no tienen argumentos futbolísticos suficientes para luchar con un grande de España. Antes del descanso, Alves mandó un centro chut al travesaño y Agüero probó por primera vez las manos del meta culé en un disparo potente desde la frontal del área que no ajustó lo suficiente.
La intensidad compite con la calidad
Tras el paso por los vestuarios, los ingleses tuvieron un arrebato de vergüenza torera y se fueron a por el partido a base de empuje e intensidad. Dzeko dispuso de dos cabezazos que no pudo convertir y la defensa del Barça tapaba los remates dentro del área como podía.
Más tarde, Agüero encontró espacio para correr y pudo conectar un gran derechazo que botó justo antes de salir lamiendo el poste del meta alemán del Barcelona. El ‘Kun’ hacía mucho daño y cogía con facilidad la espalda de Mascherano, mientras que los suyos acumulaban llegadas y disparos inocentes.
Pero los celestes consiguieron acortar distancia en una gran jugada en la que Silva la dejó con la suela para que Agüero definiese a las mil maravillas ante el portero azulgrana. La eliminatoria volvía a estar en el aire y Luis Enrique decidió sacar a Mathieu por Rakitic para fortalecer el centro con ‘el Jefecito’.
El Manchester City seguía exhibiendo intensidad en el choque e incluso el segundo parecía a su alcance, hasta que Clichy hizo la tontería de la noche y se autoexpulsó con una entrada a destiempo sobre Alves. Entonces el City pensó que lo mejor era no recibir más goles y llegar con vida al Camp Nou. Después, Jordi Alba exagero una caída de forma vergonzosa dentro del área y se ganó la reprimenda de Zabaleta, aunque el árbitro se hizo el sueco y ni pitó penalti ni sacó cartulina.
Finalmente, el segundo de la Premier se metió atrás y el Barça no se sintió obligado a atacar con un marcador tan favorable. Sin forzar mucho la máquina, el conjunto español se encontró una clara opción de ampliar la cuenta. Zabaleta derribó inocentemente a Messi en el lateral del área, pero ‘la Pulga’ se topó con Hart. El rechace lo remató con la cabeza, pero se fue fuera de la portería. El argentino se retiró con cara de pocos amigos, pero consciente de que los cuartos de final están mucho más cerca.
MANCHESTER CITY: Hart; Zabaleta, Kompany, Demichelis, Clichy; Nasri (Fernandinho, min.62), Fernando, Milner, Silva (Sagna, min.78); Dzeko (Bony, min.68) y Agüero.
FC BARCELONA: Ter Stegen; Alves (Adriano, min.75), Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic (Mathieu, min.71), Iniesta; Messi, Suárez y Neymar (Pedro, min.80).
Goles
0-1. Min.16, Suárez.
0-2. Min.30, Suárez.
1-2. Min.69, Agüero.
Árbitro: Felix Brych (ALE). Amonestó a Fernando (min.90) en el Manchester City y a Rakitic (min.41), Alves (min.45), Adriano (min.88) en el FC Barcelona. Expulsó por doble amonestación a Clichy (min.59 y min.74) en el Manchester City