Isco se ha convertido a los 22 años en el gran ídolo de la afición madridista. Cristiano Ronaldo es venerado en Chamartín, pero el chico es la gran esperanza de una afición tan romántica como la merengue para que vuelva a triunfar un español vestido de blanco. Se le aplaude todo porque ha entendido lo que el público le pide y porque generalmente suele rozar la perfección en todas sus acciones.
Sin embargo, sus números no son tan espectaculares esta temporada. El de Arroyo de la Miel ha marcado tres goles y ha repartido ocho asistencias en lo que llevamos de Liga. Su aportación este año está siendo más prolífica en pases que el año pasado, aunque llega con menos frecuencia a zona de gol y eso también se nota en sus estadísticas.
En cualquier caso, donde Isco se convierte en un auténtico jugadorazo es en los intangibles o en las cifras que se dan en un segundo plano en las retransmisiones de los partidos. Su porcentaje de controles brillantes es exagerado; sus pases decisivos acertados, sus kilómetros recorridos y su afán de superación le hacen diferente.
Isco tiene contrato en el Real Madrid hasta 2018, pero tratándose de un hombre de su proyección parece que es el momento de hablar de una ampliación, antes de entrar en una zona peligrosa para las negociaciones en la que el futbolista tenga solo dos años de contrato por delante. Además, el malagueño piensa que es el momento de que se le compense por el esfuerzo que hizo en su momento.
El centrocampista cobra 2,25 millones de euros porque decidió quedarse en España, a pesar de que tenía ofertas más importantes del extranjero. Asimismo, la llegada de Odegaard también le ha afectado, puesto que el joven danés del Castilla cobra lo mismo que él, según Bild.
Por eso, no es de extrañar que el ‘23’ quiera colocarse en el siguiente escalafón salarial del club de Concha Espina, tal y como publica Sport. El jugador está tranquilo con su contrato y se centra en su trabajo, pero espera la llamada del club para que su salario cambie. El jugador sabe que sus argumentos para presionar están en la grada, puesto que su cláusula de 150 millones hacen imposible su marcha.
No obstante, no pide ninguna barbaridad. No quiere compararse con Cristiano Ronaldo. Solo desearía cobrar una cifra similar a la de Marcelo, que gana 4 millones de euros al año. El Madrid sigue con su política de contención salarial que ha hecho que el club gaste mucho menos que el Barça en este apartado, pero resulta difícil de explicar que un titularísimo cobre menos que Illarramendi. Algo tendrá que cambiar porque la gente está con Isco y vende mucho atarle hasta 2020.
Además, las últimas palabras de Ancelotti le respaldan en su negociación. «Su presencia en el once es innegociable, si está bien juega. Es difícil decir qué posición es mejor para él, se muestra bien en cualquier posición, tiene una actitud defensiva, un buen posicionamiento, tenemos que utilizar sus características más para el ataque que para la defensa», contó el italiano en rueda de prensa.