El Chelsea de Jose Mourinho se ha proclamado campeón de la Capital One Cup tras imponerse (2-0) este domingo al Tottenham Hotspur en el estadio de Wembley, una final con poco brillo que se decantó por dos acciones puntuales y la eficacia 'blue' de cara a gol en momentos decisivos, con gran protagonismo del hispano-brasileño Diego Costa.
El derbi londinense en la final de la Copa de la Liga se decantó a favor del Chelsea. Un encuentro en el que hubo poco fútbol y volvió a brillar la efectividad del conjunto entrenado por el portugués, que en dos acciones puntuales sacó una renta demasiado dura para el Tottenham. Los de Pochettino plantaron cara pero no lograron acertar contra la portería defendida por Peter Cech.
La primera mitad del encuentro dejó poco juego y una gran importancia de las defensas. Cerca del minuto diez el danés Eiksen se encontró con el travesaño tras un libre directo en lo que sería la mejor ocasión de los 'Spurs'. La respuesta 'blue' llegó por medio de Eden Hazard quien puso en apuros a Lloris apenas cinco minutos después. Según corría el reloj el choque continuó muy equilibrado y con ambas escuadras sumando pocos efectivos en ataque y evitando errores.
Bien estudiados tenían los entrenadores a sus respectivos rivales. Los de Mourinho evitaron que Eriksen recibiera con facilidad y activara el juego del Tottenham, mientras que los de Pochettino cortaron las internadas por la banda de Hazard. Al filo del descanso, una falta botada por Wilian, que no acertó a despejar la defensa 'Spur', se quedó a placer para que John Terry fusilara a la portería de Lloris. Un tanto psicológico que hizo mucho daño a un Tottenham que a punto estuvo de encajar el segundo tanto en la siguiente acción.
Después de una primera mitad con poco fútbol, en los segundos 45 minutos pareció animarse la final. El Tottenham cogió el timón del partido y se adueñó de la posesión ante un Chelsea que se replegó atrás para buscar un contragolpe. Lo que encontró gracias a una jugada aislada y a Diego Costa. El ariete hispano-brasileño, que dio buena batalla a sus rivales, aprovechó que su disparó lo desviaba Walker para sentenciar la Capital One Cup.
A partir de esa acción, los de Mourinho se hicieron con el control del partido y el Chelsea comenzó a jugar a su antojo. Fábregas pudo hacer el tercero con una bonita chilena que atajó Lloris. Entrando en la recta final del encuentro, el Tottenham reclamó un penalti a la salida de un córner que pudo haber animado la final pero que el árbitro no señaló como tal.
Al final, el resultado no se movió y el Chelsea se alzó justamente con el título, la quinta Copa de la Liga para el cuadro londinense. Además, un trofeo que significa el fin a una larga sequía sin títulos del técnico luso Jose Mourinho sumando el número 21 en su palmarés particular.