El Real Madrid y el Barcelona se enfrentan este domingo en un partido que será decisivo para el futuro del Campeonato Nacional de Liga. Sin embargo, parece que los blancos tienen más rivales que los culés en este ‘Clásico’ decisivo. Los de Ancelotti se enfrentan al Barça, pero también tendrán que luchar contra el público del Camp Nou, contra la gran presión mediática que se ha producido tras las últimas derrotas y contra los fantasmas de su pasado.
Este año, el Madrid empezó la temporada hablando de ‘sextete’ y puede terminar la temporada sin ningún título importante en sus vitrinas, puesto que camina por el alambre en Liga y Champions, donde se enfrentará a su bestia negra de este curso. Sin embargo, esta situación no es nada nueva para los madridistas, puesto que recuerda muchísimo a la que se vivió en la 2003/ 2004 cuando se hablaba de triplete con Carlos Queiroz en el banquillo.
Aquel año, el entonces técnico madridista llegó muy cuestionado al último duelo frente al Barcelona de la temporada, algo que también le ocurre a Ancelotti. Asimismo, los motivos por los que se le cuestionó en las últimas semanas fueron muy parecidos a los del entrenador portugués que sustituyó a Del Bosque. El Madrid llegó exhausto a final de temporada por la ausencia de rotaciones entre los hombres importantes.
No obstante, más allá de que Queiroz utilizase un 4-2-3-1 y ‘Carletto’ sea el único defensor a ultranza a estas alturas del 4-3-3, sus formas de jugar eran muy parecidas. Isco puede aportar cosas defensivamente en el centro del campo, pero el papel de sostener al equipo recae sobre Kroos y Modric, mientras que en la 2003/2004 Queiroz confió en Guti y Beckham para sujetar a los suyos. Ninguno de los cuatro son especialistas en la posición de pivote defensivo, todos rindieron muy bien jugando ahí en la primera vuelta del campeonato, pero todos acusaron el esfuerzo físico de jugar en una posición que no era la suya en los momentos delicados del año.
En cualquier caso, este Madrid del 2015 todavía tiene margen de error para reconducir la situación, entre otras cosas porque Modric llega fresco de su lesión y porque este partido se juega en la jornada 28 y con el Madrid todavía vivo en Europa. En el primer año de Beckham y Ronaldinho en España, el duelo entre los dos grandes se jugó en la fecha número 34, con lo que la derrota se pagaba todavía más cara. Los madridistas habían caído en la Champions frente al Mónaco en cuartos de final dos semanas antes y perdieron la final de Copa que se disputó en marzo frente al Zaragoza.
Un 1-2 para el Barça, con Ronaldinho haciendo de Messi
En el partido de ida, que en aquella ocasión se disputó en el Camp Nou, el Real Madrid derrotó al Barça, tal y como sucedió este año, aunque en diferente escenario. El Madrid venció 1-2 en 2003, mientras que en el 2014 el resultado en el Bernabéu fue de 3-1. Asimismo, los merengues ocupaban la segunda posición de la Liga, como hacen en este momento, y el Barça de Rijkaard venía de menos a más con un excelente Ronaldinho (Messi también llega lanzado a este duelo), aunque la pobre primera vuelta que hicieron ese año solo les permitió llegar en la tercera plaza al último gran duelo.
En cambio, los blancos se jugaban la Liga contra el Valencia y el Barcelona llegó al Bernabéu con ganas de arruinar la fiesta. El Madrid había perdido el liderato dos jornadas (por culpa de un desastre, 0-3 frente a Osasuna) antes del ‘Clásico’, como también ha ocurrido este año (por una derrota en San Mamés, 1-0). Sin embargo, en el partido entre los grandes el Madrid dio la cara, pese a que salió derrotado por 1-2 en el Bernabéu. Los blancos fueron muy superiores en la primera parte, pero una gran actuación de Valdés y los postes libraron al Barça de una buena goleada.
Después, el físico les falló a los merengues en la segunda parte, pese a que consiguieron adelantarse en el marcador gracias a un gol de Solari. Curiosamente, Luis Enrique entró al campo y el partido cambió. El Barça empató a los tres minutos por medio de Kluivert y una expulsión de Figo puso al Madrid contra las cuerdas. Entonces apareció el mejor Ronaldinho. El brasileño metió un gran pase por encima de la defensa a Xavi y el catalán superó la salida de Casillas con una vaselina a bote pronto. Sin embargo, Raúl Bravo también puso de su parte al quedarse enganchado muy por detrás de la línea de fuera de juego, algo que difícilmente les ocurrirá a Sergio Ramos y Pepe.
Por otro lado, en el ‘Clásico’ de la segunda vuelta de la 2003/2004, Queiroz no se atrevió a sacar de inicio a sus dos centrocampistas creativos y apostó por colocar al lado de Beckham a un poco experimentado Cambiasso para equilibrar al equipo. Pero el Barça tenía a Cocú, Davids y Xavi en esa zona, algo que se hizo notar en la segunda mitad. Difícilmente, Ancelotti cambiará de planes en esa zona y meterá a Illarramendi o Lucas Silva en el lugar de uno de los tres centrocampistas estelares. Por eso, el centro del campo del Barça tendrá mucho más empaque con Mascherano o Busquets, al lado de Rakitic e Iniesta.
Pero lo realmente preocupante para el Madrid es evitar que le vuelva a ocurrir lo mismo que le ocurrió tras el choque de 2014. Los blancos se dejaron ir y perdieron los cuatro partidos ligueros que le restaban y quedaron cuartos en la Liga, mientras que el Barcelona terminó segundo y culminó una gran remontada.