Holanda derrotó a España (2-0) en un partido que solo duró quince minutos porque los holandeses no quisieron hacer demasiada sangre. La velocidad en la circulación del balón fue ridícula, la defensa no estuvo muy concentrada, pero lo más preocupante fue la poca presencia que tuvieron sus centrocampistas. Por parte de la naranja mecánica, Depay destacó por encima del resto.
Con todos los respetos para Juanmi, San José y muchos más que tienen un nombre más consolidado, estos futbolistas no llegan ni a la suela de los zapatos de los que vencieron en Sudáfrica. De hecho, los que siguen están a años luz de sí mismos y no se espera que la cosa se vaya a solucionar en cuatro días. Los comentaristas más afines a Vicente del Bosque no se dan cuenta de que el combinado nacional dejó hace tiempo de ser una potencia mundial y vive en horas bajas. Necesita tiempo para regenerarse y ni siquiera con la mejor de las listas posibles el panorama mejoraría demasiado.
Esta es la primera vez en la historia que España pierde tres partidos amistosos consecutivos, pero jugadores como Isco todavía despiertan alguna esperanza de renovación, ante la ausencia de estilo. La suerte de este equipo es la de tener un grupo de clasificación muy flojo, porque si hubiese tenido que enfrentarse a algún coco podría haberse visto una Eurocopa sin el vigente campeón.
Vicente del Bosque decidió rotar en el partido equivocado y sacó a varios de los menos habituales en un amistoso de altura. Por su parte, Holanda jugó con un once más reconocible, aunque con la presencia de varias novedades con respecto al Mundial de Brasil y con las importantes bajas por lesión de Robben y Van Persie.
El rival era de infausto recuerdo para los españoles, pero ni siquiera eso motivó a los futbolistas que jugaron de inicio. ‘La Roja’ entró dormida en el partido y su rival le dio una lección de intensidad en los primeros minutos. España no sabía qué hacer con el balón y la circulación era tan lenta que siempre terminaba con los centrales rifándola por obligación.
Holanda presionaba arriba y en la selección visitante nadie corría. Depay hacía lo que quería cada vez que entraba en contacto con el balón y se permitía el lujo de deleitarse con grandes acciones técnicas a cada minuto. El equipo visitante solo miraba como si la cosa no fuera con ellos, hasta que De Vrij abrió la lata en la salida de un córner. El central aprovechó que Albiol no le fijó demasiado bien y se benefició de un gran centro de Sneijder en la segunda jugada.
Mejor cuando el rival se conforma con el resultado
Entonces, aparecieron los fantasmas del pasado y el ridículo pudo ser mayúsculo. Pero el dominio de los tulipanes no terminó de traducirse en ocasiones. En cambio, con una les bastó para hacer el segundo gol de la noche porque la defensa española permitió que Klaassen rematase en dos ocasiones en la misma jugada. Depay rompió, pasó a Willems dentro del área, el lateral centró y se encontró al joven del Ajax libre de marca. El remate fue al medio, pero De Gea tampoco estuvo muy fino en el rechace y a la segunda no hubo perdón.
Sin embargo, Holanda se conformó con ese premio y no quiso hacer más daño. Se replegó y dejó jugar algo más a España, pero ni así los de Del Bosque brillaron. Pedro quería demostrar demasiado cada vez que tocaba el balón, Juanmi no daba la talla arriba y se encontraba demasiado solo e Isco la tocaba poco para los intereses de España. El equipo crecía cuando el centrocampista del Madrid entraba en juego por el centro, pero eso pasaba pocas veces porque, por lo general, estuvo muy aislado en la banda.
Pedro tuvo una oportunidad clara para recortar distancias, pero estuvo lento ante Vermeer y permitió que se rehiciese cuando le había dejado en el suelo con un quiebro. Pero España llegó al descanso con muy malas sensaciones y tras la reanudación era fácil mejorar. En cambio, el choque se convirtió entonces en un intercambio de golpes en el que Cesc perdonó una oportunidad clarísima por intentar un tacón y Martins Indi hizo lo mismo al rematar de cabeza en el área pequeña y picarla por encima de la portería.
Depay y Piqué, en un lanzamiento de falta directa, también crearon peligro a los porteros, pero poco a poco se vio que España tenía más control del partido y presionaba con mayor insistencia. El equipo creció muchísimo con la entrada de Morata porque el futbolista de la Juve demostró que con España no es el ‘gatito’ que pareció en el Madrid.
España pudo recortar distancia entonces en un gol legalmente anulado a Silva en el que el nuevo ‘7’ de España hizo virguerías en el área. Depay también esto muy cerca de ampliar la cuenta ‘oranje’ en un disparo que se marchó cerca de la escuadra de David De Gea. Finalmente, el colegiado perdonó un penalti en contra de los Gus Hiddink en una mano clarísima de Indi, que impidió que un remate de Vitolo llegase a la portería holandesa.
HOLANDA: Vermeer; Janmaat, De Vrij, Martins, Willems, Blind (De Guzmán, min.73); Sneijder (Wijnaldum, min.61) Klaasen, Narsingh; Huntelaar (Dost, min.79) y Depay (Afellay, min.85).
ESPAÑA: De Gea; Carvajal, Piqué (Ramos, min.68), Albiol, Bernat; Mario Suárez (San José, min.68), Cesc, Cazorla (Iniesta, min.76); Pedro (Silva, min.46), Juanmi (Morata, min.61) e Isco (Vitolo, min.46).
Goles
1 – 0, min.12, De Vrij.
2 – 0, min.15, Klaassen.