“Malditos clubes portugueses. Con ellos no se puede hacer las cosas con discreción”, asegura más de un agente FIFA de esos que aparecen siempre cuando hay que repartirse el pastel. Oporto, Benfica y Sporting de Lisboa cotizan en Bolsa y por eso tienen que dar cuenta pública de todos sus movimientos.
El Madrid no tenía ninguna intención de hacer público el fichaje de Danilo hasta final de temporada, pero las normas de la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal obligaron a Jorge Pinto da Costa a hacer público el movimiento en el mes que se produjo. La fecha límite era el 31 de marzo y se apuró al máximo, puesto que el futbolista llevaba semanas fichado.
Entonces, al contrario de lo que suele pasar cuando el Tottenham está de por medio últimamente, las cifras del traspaso de Danilo quedaron claras desde el principio. (Los londinenses también cotizaban en bolsa hace años, pero dejaron de hacerlo en 2012 y mantuvieron para siempre el enigma del precio de Gareth Bale).
En cambio, Danilo no solo costó los 31,5 millones de los que todos los medios hablaron en un principio. Los dirigentes portugueses aseguraron después que ese importe es solamente la parte que el Oporto recibirá del club y que de ahí no salen las comisiones, ni los compromisos que se adquieren con el fichaje.
El Madrid corre con las cláusulas acordadas con el Santos en el momento en el que el futbolista fichó por el Oporto. Esto quiere decir que el exequipo de Neymar se lleva 1,8 millones porque pactó un porcentaje de un futuro traspaso en su momento. Además, 1,5 millones de euros también se repartirán entre América Mineiro, Santos y Oporto por derechos de formación irrenunciables. Los blancos también pagarán medio millón de euros para cubrir una posible lesión que se pueda producir en los próximos seis meses, antes de que se vista de blanco. Los agentes e intermediarios se llevarán en total cuatro millones de euros.
Ser defensa, un pecado capital
En resumen, el jugador cuesta 39,3 millones en una operación transparente como pocas por la que muchos se escandalizan. Nadie pilla más de la cuenta, pero a muchos les duele que se pague ese dinero por un defensa y que en medio del asunto estén Jorge Mendes y Dani Carvajal.
El canterano blanco seguirá en el club y alternará la titularidad como ha hecho hasta ahora, pero Arbeloa se hace mayor y, dentro de la política establecida de dos futbolistas de garantías por puesto, el Madrid necesita un jugador para crear competencia directa. Además, muchos critican que se haya pagado ese dinero cuando el futbolista quedaba libre en 2016, cuando casi nadie abrió la boca en el movimiento calcado de Kroos. En los dos casos, si se hubiese esperado un año habría llegado el Barça u otro equipo con más urgencias y se lo habría llevado.
Queda bien decir que Jorge Mendes manda demasiado en el Madrid y a Florentino le gusta hacer negocios con él por algo. Y es cierto que la hay: todos los jugadores que han llegado de la mano del representante de CR han rendido muy bien de blanco (la única excepción es la de Coentrao y dio la talla en algunos momentos clave).
En cualquier caso, lo que más chirría es que no se puede pagar mucho por un defensa. Los grandes tienen que jugar con saldos atrás porque ningún defensa vale, cuando Maldini, Puyol o Roberto Carlos han decidido a lo largo de sus carreras muchísimos más partidos que Bale o Neymar y quién sabe si Messi o Cristiano Ronaldo. La mayoría sale menos en los telediarios porque los resúmenes se centran en los goles, pero las defensas deciden más partidos que los ataques. Los goles suelen nacer de errores. Ya es hora de que la gente asuma esto porque a menudo se les falta al respeto a todos los futbolistas que juegan en esa posición.