«No estaba muerto, estaba de parranda», diría más de un culé al ver la jugada de Iniesta en el primer gol del Barcelona. El de Fuentealbilla no es tipo muy dado a las fiestas y su tono de voz tampoco desvela grandes dispendios en su vida personal. Sin embargo, algo le ocurría al legendario centrocampista que le impedía marcar una diferencia que antaño era abismal entre él y el resto de los mortales.
Lleva más de un año sin marcar y sin asistir en la Liga, pero parece que se reserva para las grandes citas. Llegan los partidos de Champions League y el ‘8’ se transforma, y el de este martes era de cuartos de final, por mucho que el rival no exigiera demasiado. El Barça llevaba con una gran ventaja y el partido duró el mismo tiempo que tardó Iniesta en frotar la lámpara.
El PSG salió al duelo con ganas de presionar y de proponer arriba, pero se olvidó del peligro que dejaba detrás. El ímpetu inicial de David Luiz le llevó a propinarle una patada muy a destiempo a Rakitic en los primeros minutos. El árbitro le sacó la amarilla y a partir de ahí jugó condicionado y volvió a quedar en evidencia, junto con el resto del sistema defensivo de Blanc.
Poco despué, Iniesta cogió el balón en la línea divisoria en el minuto 13 de partido, dejó tirado a su marcador y fue sorteando con fintas con el cuerpo a todos los que le salieron a su paso, todos muy blanditos. El albaceteño metió el balón entre líneas a Neymar y el ‘11’ no se anduvo con ninguna broma. Batió a Sirigu, mientras que el hombre que debería cubrirle, un tal David Luiz que costó 50 millones, no sabía ni dónde estaba.
Demasiados minutos de la basura
A partir de ahí, el Barça jugó a su antojo porque los parisinos perdieron todas sus esperanzas. De hecho, el nuevo rico de Europa ni siquiera fue capaz de tirar en condiciones entre los tres palos hasta que el partido estaba agonizando. Piqué tuvo una ocasión clara en un saque de esquina en el que el excentral del Chelsea también se vio superado, pero David Luiz tuvo suerte y el balón se fue por encima del travesaño.
En cambio, en la siguiente jugada relevante, el ‘32’ del PSG no tuvo la misma fortuna con Neymar. Alves jugó con Maxwell por su banda y metió un gran centro que Neymar cabeceó sin oposición lejos del alcance de Sirigu.
La segunda parte sobró completamente, pero Luis Enrique la aprovechó para dar minutos a los menos habituales, al tiempo que el equipo seguía controlando sin problemas la posesión. El PSG solo lo intentaba con disparos lejanos y el tercero del Barça estaba más cerca que el primero de los visitantes. Finalmente, Ibra probó a Ter Stegen con un obús, pero el portero alemán demostró que está ahí cuando se le necesita. Messi se fue enfadado porque no marcó, pero lo intentó hasta el último momento.
FC BARCELONA: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets (Sergi Roberto, min.55), Rakitic, Iniesta (Xavi, descanso); Messi, Suárez (Pedro, min.75) y Neymar.
PARIS SAINT-GERMAIN: Sirigu; Van der Wiel, Marquinhos, David Luiz, Maxwell; Verratti; Cabaye (Lucas Moura, min.66), Pastore, Matuidi (Rabiot, min.80); Cavani (Lavezzi, min.80) e Ibrahimovic.
Goles
1-0. Min.14, Neymar.
2-0. Min.34, Neymar.
Árbitro: Svein Oddvar Moen (NOR). Amonestó a David Luiz (min.3) en el Paris Saint-Germain.