Xavi tiene muchos partidos de fútbol por delante a sus 35 años. En el último partido del Barça contra el Getafe demostró que todavía le queda mucho juego en sus botas. Repartió asistencias y marcó goles como antaño, pero parece que el de Tarrasa cada vez tendrá menos posibilidades para encontrar la continuidad en la elite.
Por eso, tras una última gran temporada en el Barça en la que ha regalado a sus fans más detalles de los que esperaban, Xavi pondrá rumbo a Catar el curso que viene. En marzo ya habló con el Al Sadd, ex equipo de Raúl, y se comprometió a jugar con ellos hasta 2018, con opción a otra temporada más. Allí tendrá también un papel en la Academia Aspire encargada de formar a futbolistas de cara al Mundial de 2020.
Así las cosas, no es de extrañar que todas las visitas de Xavi a los campos de España suenen este año a despedida. Sin embargo, hay algunas más especiales que otras. El 30 de mayo el capitán azulgrana jugará su última final de Copa y por eso el Periódico de Catalunya quiso saber cuáles eran sus sensaciones de cara a esa cita.
El veterano empezó hablando de los campos donde más le gusta jugar. “El Camp Nou es el mejor estadio del mundo. Parece más grande de lo que es. Miras las medidas de otros campos de Primera y son todos casi iguales. El Madrigal mide lo mismo, y parece más pequeño. ¡Es igual que Balaídos! También es un gran estadio el Bernabéu para jugar, después del Camp Nou. Y la Catedral, el San Mamés viejo y el San Mamés nuevo…”, aseguró el futbolista que acumula más de 700 partidos como culé.
Sin embargo, fue hablar del templo vasco del fútbol y el tema se desvió espontáneamente hacia la admiración que siente el futbolista por el Athletic. “Me encanta Bilbao. Por Navidad, coincidiendo con el Euskadi-Catalunya, Aunque llevaba gorra me paraban por la calle. Me trataron con tanto cariño, con tanta admiración como si fuera Julen Guerrero. Supongo que porque me ven noble, que no simulo, quizá porque me abracé a Joseba Etxeberria que lloraba en su último partido en la final de Copa del 2009, o porque paseé la ikurriña…. ¡A Andrés le pitan y a mí me aplauden!”, declaró fascinado.
De hecho, el futbolista admitió su deseo de defender la camiseta rojiblanca, aunque es consciente de que nunca lo podrá hacer porque no tiene ningún antepasado vasco conocido y se crio muy lejos de Bilbao. “Lástima no poder jugar un par de años en el Athletic”, sostuvo el futbolista que puede jugar contra ese club su último partido en Europa, a no ser que su equipo llegue a la final de la Champions League.