El delantero español de la Juventus, Álvaro Morata, reconoció el «sabor agridulce» que le dejó el pase italiano a la final de la Liga de Campeones este miércoles a costa de su ex equipo, el Real Madrid, al tiempo que explicó lo difícil que resultó ajusticiar al equipo de su vida marcando tanto en la ida como en la vuelta.
«No cuesta no celebrarlo, ni lo haría mil veces. Es una sensación rara. Siento emoción porque es un gol importante pero la verdad es que es una sensación agridulce. Ha sido difícil para mí. Doy las gracias a la afición del Real Madrid que me ha apoyado siempre. Ojalá hubiese sido contra otro equipo pero el fútbol es así», señaló en declaraciones a Canal Plus.
A pesar del regreso histórico del conjunto de Turín a una final de la 'Champions' doce años después, Morata no ocultó su corazón blanco. «Me han deseado que ganemos nosotros. Son amigos. Es un sabor agridulce, cuando salía al campo me parecía un entrenamiento, me he tenido que centrar en mi equipo. Hemos peleado mucho para llegar aquí, pero esto no acaba aquí, queremos ganar la final de la 'Champions' y hacer historia», añadió.
Por último, Morata, que anotó el tanto del empate en el Bernabéu este miércoles y marcó el primero de la victoria (2-1) en la ida, apuntó que en la final de Berlín ante el FC Barcelona no habrá favoritos. «La final será otro partido distinto. Es un gran equipo y tendremos que trabajar mucho. Tenemos que seguir soñando. No hay favorito a un partido«, finalizó.