El Madrid se quedó fuera de la final de Berlín en un partido para olvidar en el que dio la cara, pero no tuvo la puntería necesaria. La Juventus jugará el duelo de la verdad frente al Barcelona, gracias a Álvaro Morata y a la gran tranquilidad con la que afrontó los minutos decisivos.
Ironías del destino, como ocurrió en la década pasada con Fernando Morientes, el verdugo volvió a ser otro hombre de la casa. No es que Morata hiciese una partidazo, pero el chico evidenció que a veces en la vida no todo es el dinero. En el contrapunto estuvo Bale, que lo intentó de todas las maneras, pero que dejó claro que los millones no garantizan nada.
El Madrid saltó al Bernabéu con la intención de presionar a su rival desde el primer minuto. De hecho, Bale avisó con un cabezazo algo a los 40 segundos. Sin embargo, el centro del campo de la Juventus no ofrecía ninguna concesión y se limitaba a mantener el peligro lejos de la portería de Buffon, aunque los blancos creaban peligro siempre que tenían ocasión de correr en vuelo.
Benzema era una auténtica pesadilla para los centrales porque tenía el día. El francés estaba técnicamente exquisito y cogía la espalda de la defensa siempre que podía, aunque no estuvo tan fino en la definición como en el resto de sus movimientos en la primera parte. Además, Casillas estuvo firme en la única ocasión en la que tuvo que intervenir, ante un tiro de Arturo Vidal desde la frontal del área, que despejó correctamente hacia un lado.
Después, Bale probó a Buffon con un cañonazo lejano, pero el veterano guardameta demostró que tiene los reflejos intactos con una gran intervención. La Juventus empezaba a perder el control que había tenido en los primeros minutos y Chiellini se empezó a poner nervioso al ver tantas camisetas blancas rondando por su área. El central derribó a James cuando el colombiano no iba a ninguna parte y el colegiado señaló penalti. CR lo lanzó fuerte y al centro y el portero se venció a un lado.
El Madrid no aprovechó su momento
La Juve estaba obligada a proponer a partir de ese momento, pero lo hizo sin demasiada convicción. Acusó demasiado el golpe y pudo irse con un castigo más severo al descanso. Cristiano perdonó a los italianos en una contra en la que pecó de generoso al intentar un centro dificilísimo para Benzema, cuando lo tenía todo para chutar.
Buffon salvó entonces a los suyos al detener un cabezazo del ‘9’ madridista en un saque de esquina y un disparó que también llevaba la firma del francés al palo corto. Cristiano probó suerte con un fusilazo que se estrelló en el lateral de la red. Por eso, el Madrid llegó al descanso con la sensación de tener las operaciones controladas, pero con el peligro de las tarjetas para la segunda. Isco (por una patada) y James(por un piscinazo infame) fueron amonestados.
Tras el paso por los vestuarios, el partido se reanudó con los mismos aires de la primera mitad, pero al poco tiempo se empezaron a detectar los primeros desajustes defensivos en el equipo de Ancelotti. Ramos concedió una falta lateral innecesaria y el gol llegó en la segunda jugada. Casillas despejó de puños, pero el balón volvió al área y Pobga la bajó de cabeza para Morata. El canterano blanco controló con el pecho y se sacó un disparo potente, aunque algo centrado. Iker no tuvo tiempo para reaccionar y el balón se coló en la portería, aunque llegó a tocarlo.
A partir de ahí, el partido entró en la esquizofrenia. El Madrid tuvo dos ocasiones claras en las botas de James y Bale, pero no supo convertirlas y la Juve tuvo una clarísima para sentenciar el choque. Marchisio se plantó en el mano a mano frente a Iker y quiso cruzarla con el interior, pero ‘El Santo’ sacó una gran mano para mantener a su equipo con vida.
Al Madrid se le empezaba a terminar el tiempo y las llegadas se empezaban a acumular, pero todas ellas terminaban con remates de cabeza de Bale que se iban por encima de la portería, cuando el galés tenía muchas opciones de precisar.
Finalmente, la Juve se dedicó a defender y a perder tiempo, mientras que al Madrid le traicionaban los nervios. Los blancos no llegaron ni siquiera a inquietar a Buffon y Casillas escenificó el caos con una falta de saque absurda en la banda, cuando el partido agonizaba.
REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Kroos, Isco, James, Bale, Cristiano y Benzema (Chicharito, min.67).
JUVENTUS: Buffon; Liechsteiner, Bonucci, Chiellini, Evra; Pirlo (Barzagli, min.79), Pogba (Pereyra, min.89), Marchisio, Vidal; Tévez y Morata (Llorente, min.84).
Goles
1 – 0, min.22, Cristiano Ronaldo, de penalti.
1 – 1, min.57, Morata.
Árbitro: Jonas Eriksson (SUE). Amonestó a Isco (min.32) y James (min.44) en el Real Madrid; y a Vidal (min.70) y Liechsteiner (min.77) en la Juventus,