La vida no le sonríe demasiado a Cristiano Ronaldo desde el pasado mes de enero, ni en lo profesional ni en lo personal, donde se refugia en su familia y especialmente en su hijo. Todo parecía ir sobre ruedas cuando levantó su tercer Balón de Oro, pero algo se había desmoronado pocos días antes. Su hasta entonces pareja no le acompañaba en un día tan importante para él y semanas después emitió un comunicado para confirmar su ruptura.
Ronaldo puso así fin a cinco años de ruptura. «Entendemos que era lo mejor para ambos dar este paso en este momento. Deseo a Irina la mayor felicidad», expuso en el texto trasmitido a los medios.
Las dos partes se esforzaban entonces por hablar de una separación de mutuo acuerdo y de una amistad posterior, pero el caso es que las especulaciones no tardaron en salir a relucir. Primero se acusó a la familia del luso, pero luego salieron a relucir las supuestas infidelidades del delantero del Real Madrid.
De hecho, en los últimos meses el mito de la vida ordenada del crack se cayó por la borda. CR protagonizo varias salidas nocturnas sonadas junto a James Rodríguez, pero la gota que colmó el vaso de la paciencia de muchos madridistas fue su sonado cumpleaños, tras el 4-0 del Calderón.
Entonces se dijo en los medios que Cristiano no sabía estar soltero y que le venía bien una pareja para sentar la cabeza, pero lo cierto es que ni cuando estaba con Irina su vida era tan estable como parecía. Al menos eso es lo que se desprende de las palabras que The Sun pone en boca de la modelo rusa, a la que se le había criticado mucho por olvidar muy rápido al futbolista con una nueva relación con el actor Bradley Cooper.
“Cristiano me traicionó con docenas de mujeres”, contó la rusa a fuentes del rotativo británico. Además, para la expareja del goleador merengue el problema del futbolista no estaba en la vida nocturna madrileña, puesto que CR la habría engañado con “chicas de todo el mundo”.
Sin embargo, Irina detectó las mentiras cuando vio el teléfono móvil del jugador blanco. Una vez lo supo, se lo echó en cara a su entonces pareja, que en un principio ni siquiera lo quiso reconocer. “Hasta que no le dijo que había visto los mensajes no lo admitió”.
Por todo eso, la chica que fue imagen de Sports Illustrated entró en cólera y decidió romper su relación, pese a que muchos pensaron siempre que todo era un montaje o que se movía por intereses de marketing. “Siempre había confiado en él pero desde ese momento se sintió defraudada y engañada». «Me sentí estúpida porque Ronaldo me enloqueció”, concluyó.