Como suele ocurrir con los equipos que no cumplen sus objetivos, el entrenador merengue terminará pagando todos los platos rotos de una temporada repleta de despropósitos. Ancelotti tiene pie y medio fuera del equipo porque siempre es más fácil prescindir de los servicios del entrenador que echar a la mitad de los jugadores, que también tienen parte de culpa en este asunto.
Carletto abandonará su sillón con una Champions y una Copa del Rey a sus espaldas, pero con la sensación de que siempre fue un técnico sin autoridad ni de cara a los futbolistas ni con la directiva. Sin embargo, el italiano no deja el banquillo por culpa de unos cuantos malos partidos, puesto que el desastre blanco se empezó a forjar hace mucho tiempo.
La venta de Xabi
El Madrid ‘regaló’ al Bayern a su único centrocampista consagrado. Florentino vendió entonces que su salida por 10 millones era todo un éxito de su gestión porque el futbolista podría haber quedado libre, si no le hubiesen renovado pocos meses antes. Sin embargo, el tolosarra ha demostrado que sigue siendo uno de los mejores en su puesto, mientras que el Madrid terminó con Ramos jugando de pivote. El club dijo que le dejó salir por señorío porque el futbolista quería emprender nuevos planes. El Madrid se comportó como una ONG con uno de sus rivales directos por la Champions y lo terminó pagando.
La desastrosa planificación del centro del campo
A la salida de Xabi Alonso hay que sumarle la cesión previa de Casemiro. El brasileño ha demostrado que es un futbolista de muchísimos quilates en Oporto, pero el presidente decidió que Illarramendi estaba por encima de él porque costó lo que costó. Además, el club vendió a Kroos y a Modric como mediocentros puros, cuando en realidad son mediaspuntas reconvertidos. El club blanco terminó pagando la ausencia de un especialista puro en esa posición en partidos importantes en los que faltó presencia y equilibrio en el centro del campo. Con estos añadidos, queda claro que el Madrid tenía que haber convencido a Xabi Alonso de que sería un jugador importante en los partidos decisivos porque, aún con todos sanos, hubiera sido así.
El problema de la portería
La directiva no tuvo el suficiente valor a principio de temporada para enseñar a Casillas el camino de salida. Fichó a Keylor Navas para poner fin al debate y lo terminó enredando más. Los entrenadores preferían a Diego López, pero con el overbooking de porteros se terminó tomando la decisión más fácil desde el punto de vista institucional. Esto terminó perjudicando al equipo que vivió en su campo en un clima de crispación permanente y al propio Casillas, que se enfrascó en una guerra en la que los nervios le acabaron traicionando.
El ‘intercambio’ James-Di María
Los tres errores anteriores lastraron los intereses del equipo decisivamente, pero también hay que reconocer que la dirección deportiva tuvo sus aciertos. Se criticó mucho el fichaje de James porque decían que solo servía para vender camisetas en Colombia. El ’10’ se ha revelado como un auténtico jugadorazo, mientras que el sacrificado en su llegada está perdido en el United. Además, los números de James fueron mucho mejores que los que cosechó el argentino en la mayoría de las temporadas en las que vistió de blanco.
El ‘caso Morata’
Asimismo, muchos se empeñan en criticar a la directiva por todo y cualquier cosa sirve de excusa. Nadie quería a Morata en el Real Madrid, pero ahora es un jugadorazo al que nunca se debió dejar escapar. No hay que sacar las cosas de quicio porque el chico marcara dos goles, que por otra parte podría haber marcado cualquier delantero de Primera División. No tenía calidad para jugar por delante de los delanteros que tiene el club blanco y sigue sin tenerla.
La ausencia de rotaciones
La directiva cometió grandes ‘pecados capitales’ durante toda la temporada y no se escuchó a Ancelotti en la mayoría de las decisiones, pero el técnico también tiene su parte de culpa. Se empeñó en que siempre jugasen los mismos y los futbolistas importantes llegaron exhaustos a final de temporada. Confió en Chicharito o Illarramendi como parches en partidos importantes, cuando ni siquiera les había dado bola en partidos contra el Almería o el Córdoba. El Madrid no tenía un gran fondo de armario, pero le servía para airear al equipo en partidos contra rivales de la parte baja de la tabla y no lo hizo.
La escasez de recursos
Además, Ancelotti no ha demostrado su valía en los momentos importantes. Contra la Juve se quedó paralizado cuando el ‘plan a’ no le funcionó. Da la sensación de que siempre tiene los cambios planificados y que no se sale del guion ni cuando el partido le exige cosas diferentes. Esto también le pasó en la final de Champions contra el Atlético, cuando sacó a Morata en los últimos minutos, sin tener ninguna confianza en él.