Cristiano Ronaldo vive uno de sus momentos más delicados como futbolista profesional. Suma 45 goles y se va a proclamar Pichichi con casi toda seguridad, pero no puede estar contento con la temporada que está realizando. Está a cinco tantos de igualar el registro de Messi como máximo goleador de la Liga en una sola temporada, pero ni siquiera logrando ese sueño imposible tendrá nada que celebrar.
El futbolista más mediático del Real Madrid no apareció en los momentos más importantes, cuando su equipo más lo necesitaba y parte de la afición se empieza a cansar de sus gestos. En Cornellá celebró por todo lo alto su primer gol y eso hizo que los seguidores pericos le comenzasen a pitar con insistencia. El luso respondió llevándose la mano a la oreja, cuando marcó su segundo tanto.
Sin embargo, lo que verdaderamente preocupa a Cristiano Ronaldo no viene de las gradas rivales. Al concluir el partido, el ’7’ blanco estaba muy feliz por haber conseguido su triplete de goles y solo pensaba en recoger el balón para que los protagonistas del partido lo firmasen para su colección.
El Balón de Oro no parecía percatarse de que la victoria de esta jornada no servía para nada. El Barcelona acababa de ganar la Liga en el Calderón y el solo pensaba en que tenía el título individual de máximo goleador mucho más cerca. Además, tampoco se acercó a aplaudir al sector en el que se encontraban los seguidores madridistas desplazados a Barcelona, como hicieron la mayoría de sus compañeros.
CR7 no huyó a toda prisa del estadio, como ocurrió el día de la Juventus. Se quedó cerca del banquillo con una amplia sonrisa, hasta que Pepe apareció en escena. El central le recordó que acababan de perder el único título que les quedaba por disputar y le pidió que cambiase su semblante. Automáticamente, Cristiano puso un gesto serio, que no cambió hasta la salida del estadio.
Por otra parte, hay que recordar que esta no es la primera ‘bronca’ que se lleva el delantero por parte de sus compañeros esta semana. Tras la eliminación de la Champions, Sergio Ramos le recriminó en el vestuario su falta de sacrificio, según El Chiringuito.