Últimamente, está de moda entre los políticos dejarse ver realizando actividades deportivas. Todo empezó como una ‘americanada’ en la que Obama se movía como pez en el agua, pero los representantes de los partidos políticos españoles han decidido copiarlo en los últimos tiempos.
Esperanza Aguirre, Rajoy y Pedro Sánchez mostraron hace tiempo sus cualidades. Da gusto ver al líder socialista con un balón de baloncesto entre las manos porque sigue siendo joven y conserva mucha mano de su etapa como jugador de Estudiantes. Los líderes populares ya están más entrados en años y su paseo en bici a lo verano azul no dejó indiferente a nadie.
Sin embargo, ‘la dama de hierro’ del PP podría pasar por un cruce entre Arantxa Sánchez Vicario y Joane Somarriba con 63 años, antes que Pablo Iglesias como jugador de un equipo de Tercera División a sus 36 primaveras. El presentador de La Tuerka hizo bien en dedicarse la televisión, a la política y a la enseñanza, porque visto lo visto el deporte no es lo suyo.
El secretario general de Podemos se reunió con algunos compañeros de formación para jugar un partidillo de fútbol en la jornada de reflexión. El hombre que ha revolucionado el panorama político español en el último año llegó con el casco de la moto en la mano y rápidamente se despojó del chándal para dejar ver su curiosa indumentaria. Pablo Iglesias jugó el encuentro amistoso con una camiseta con los colores republicanos.
‘Estilo’ llamativo
De hecho, el nuevo hombre fuerte de la izquierda jugó en el equipo de los ‘sin peto’ y no tuvo que tapar su zamarra reivindicativa, un mes después de regalarle la serie Juego de Tronos a Felipe VI. Además, todo fueron aplausos para el gran líder antes del inicio del encuentro. El resto de los componentes del equipo le vitorearon al verle llegar, pero durante el partido cada uno defendió sus intereses.
Pablo Iglesias marcó un gol de churro y demostró una dudosa habilidad con el balón en los pies. Como diría John Benjamin Toshack corrió como pollo sin cabeza antes de terminar exhausto en la banda, pero lo más importante fue que disfrutó de un rato con sus amigos y dio una imagen cercana de cara a sus votantes.
En cualquier caso, su estética dará mucho que hablar. Sin espinilleras y con unas zapatillas poco adecuadas, demostró que no suele jugar al fútbol todos los fines de semana, aunque el resto de jugadores tampoco destacaba por su estilazo. En cambio, el mayor problema de Pablo Iglesias estuvo a la hora de sostener su pelo rebelde, que ni con cinta ni con coleta encontró acomodo. Por algo algunos entrenadores como Fabio Capello se empeñaban en que los jugadores llevasen siempre el pelo corto.
Por último, conviene recordar que el líder de Podemos no es muy futbolero, aunque su equipo favorito es el Numancia y en su juventud se tragó muchos partidos en Los Pajaritos. El Rayo también está en sus preferidos, tal y como aseguró el soriano Jesús Cintora.