El Gobierno ha anunciado la convocatoria para este lunes de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, tras la sonora pitada al himno español en la final de la Copa del Rey que ha enfrentado al Athletic Club y al FC Barcelona.
Según ha informado el Ejecutivo, se ha convocado a la comisión para denunciar las «actuaciones inconvenientes y, en su caso, proponer las sanciones que fueran procedentes, en aplicación de la vigente legislación, cuyos principios deben ser preservados, tal y como se había indicado ya a los presidentes de la Real Federación Española de Fútbol y de los clubes participantes en la final, en cartas remitidas el pasado 27 de mayo por el presidente del Consejo Superior de Deportes y el secretario de Estado de Seguridad».
En este sentido, el Gobierno ha condenado los «ataques contra los símbolos que representan al conjunto de los españoles, a la democracia que los ampara y a la convivencia que comparten» y considera que «cualquier muestra o manifestación de intolerancia es siempre reprochable». «Lo es más todavía cuando busca la repercusión pública aprovechando un espectáculo deportivo, que todos los españoles tienen derecho a disfrutar, sin la protesta y la perturbación que algunos quieran imponer», ha subrayado.
Asimismo, el Ejecutivo ha defendido que las cuestiones ideológicas o políticas «no deben interferir el normal desarrollo de los acontecimientos sociales, culturales y deportivos». «Y aprovechar un encuentro de fútbol para escenificar una protesta de carácter político es una falta de respeto para este deporte, para el conjunto de los aficionados y para todos los españoles, que tienen derecho a disfrutar de este partido como lo que es, un espectáculo deportivo, y, al mismo tiempo, a ser respetados a través de los símbolos que nos representan a todos y a nuestra democracia», ha destacado.
Finalmente, ha agregado que quienes «promueven y participan de actuaciones como ésta pretenden hacer pagar las consecuencias de su proceder a los aficionados al deporte y al conjunto de los ciudadanos, a quienes no demuestran la más mínima consideración». «La intolerancia de algunos no debe poner en riesgo la convivencia de todos», ha sentenciado.