Cada español tiene dentro un seleccionador nacional. Todos los entendidos tienen una lista de 23 futbolistas que nunca coinciden con la que de verdad vale, pero los entrenadores están en todo su derecho de convocar a los que consideren oportunos. Para eso cobran un sueldo majo.
Sin embargo, el problema llega cuando el técnico de turno intenta explicar los motivos por los que lleva a uno u otro jugador y deja fuera al resto. Normalmente, por mucho vídeo e informe que tenga de por medio, los motivos suelen ser subjetivos. Queda feo decir que lo hacen porque les da la gana (‘feeling, que diría Guardiola) y por eso inventan todo tipo de excusas para justificar decisiones de difícil explicación.
En cambio, algunos tienen más arte que otros en sus aclaraciones. Para eso, Luis Aragonés era un maestro. Se las apañó para justificar la ausencia de Raúl en su momento sin decir absolutamente nada. Contestaba con palabras vacías y listo, pero el buenazo de Del Bosque entra en el juego de la prensa y lo termina pagando.
De hecho, esta semana, tras el esperpéntico no fichaje de De Gea, el seleccionador español ha metido más presión al portero en unas palabras que le empujan a renovar o a renunciar a la Eurocopa. «Quiero que De Gea juegue y sea feliz, que juegue bien para traerle, pero si no juega tendrá muy difícil venir, puede peligrar para él la Eurocopa», declaró a la Cadena COPE.
Casillas se queda solo
La frase de por sí es lo suficientemente dura por el momento en el que se produce. De Gea tiene todo el derecho del mundo a estar tocado y el seleccionador debe guardar silencio por un tiempo prudencial, por respeto a su profesionalidad. Sin embargo, si se tira de hemeroteca también se puede acusar al seleccionador de agravio comparativo.
El caso evidente es el de Iker Casillas, que fue suplente durante dos años en el Madrid y titular indiscutible en la selección. De hecho, su entonces titular, Diego López, ni siquiera fue convocado. «Aunque no juegue hasta final de temporada. Le tenemos en alta estima, tenemos respeto y admiración por alguien que nos ha dado mucho y ha sido 140 veces internacional», comentó Del Bosque antes de la Copa Confederaciones.
Del Bosque tiene que entender que se trata de un problema extradeportivo y que De Gea ya ha jugado lo suficiente con ‘la Roja’ para saber qué tipo de portero es. Puede ir probando su estado de forma en las concentraciones previas a la Eurocopa y si es el idóneo no debería existir ningún problema para que vaya en la lista.
Además, no hay que retroceder mucho en el tiempo para ver que otros jugadores que no cuentan para sus entrenadores, si lo hacen para Del Bosque. Pedro, Bartra, Alcácer, Sergio Rico o Isco han ido sin ser habituales (alguno con una presencia realmente testimonial). Por eso, parece que más allá de la “sucesión controlada” que vendió en la portería, para Del Bosque hay unos fijos con privilegios y De Gea no es uno de ellos.
Por último, no le conviene al exmadridista ponerse exquisito con eso de los porteros. Kiko Casilla y Sergio Rico ni juegan ni se espera que lo hagan. Valdés tiene una situación todavía más complicada que la de De Gea. Por lo que tendría que confiar en Casillas y en otros dos porteros nuevos para acudir a la Eurocopa. Y en la Liga no abundan los guardametas titulares, con la calidad y con el nombre necesario como para representar a España, sin que les tiemblen las piernas en momentos de máximo tensión.