La historia de la última alianza de McLaren-Honda es hasta ahora la crónica de un despropósito. Todo comenzó con una puesta en escena impresionante y con unas expectativas tremendas, pero nadie podía imaginar que dos fábricas con tanta historia a sus espaldas pudieran hablar de victorias a corto plazo a la ligera, sin tener ases bajo la manga.
El fichaje de Alonso y la continuidad de Button daban motivos para soñar, pero rápido se dieron cuenta de que la Fórmula 1 actual no es como la de los años 80. Honda regresó al ‘Gran Circo’ con ideas innovadoras que parecían la panacea, pero con el tiempo se ha comprobado que no sabe trabajar con motores híbridos a este nivel.
Su intención era innovar a toda costa y hacer cosas muy diferentes al resto de los equipos. No se podía ganar a Mercedes haciendo lo mismo que ellos, pero tampoco se ha conseguido batir a los alemanes yendo de iluminados. Por eso, McLaren les presionó a mitad de curso para que ‘copiaran’ cosas que en otros equipos funcionan y las adaptasen a sus estructuras. “Si estás en la F1, tienes que hacer las cosas a la manera de la F1, lo que es normal en F1. Nada más”, dijo Eric Boullier públicamente para presionar a los nipones.
A partir de ahí, hubo un alejamiento importante en el equipo, mientras que los pilotos se ponían del lado de McLaren. Los británicos hablaban de un chasis inmejorable, mientras que para Yasuhisa Arai el monoplaza era flojo, más allá del motor.
Además, el jefe del equipo McLaren también consideraba que Honda no se dejaba aconsejar. “Tenemos mucha experiencia que podemos compartir con ellos, que intentamos compartir con ellos. Es cosa suya escucharnos y usarla o no”, dijo el francés, poco antes de que se especulara con que McLaren había pedido la cabeza de Arai.
Sin embargo, en las últimas semanas, parecía que Honda había dado su brazo a torcer y tanto Button como Alonso hablaban públicamente de grandes pasos de cara al 2016. De hecho, Arai dejaba entrever que tenían que empezar de cero con la configuración del motor. “Por nuestra parte creo que los problemas de motor son complicados de solucionar este año y necesitamos rediseñar la unidad de potencia. Por eso mismo, ya trabajamos para la temporada que viene», sostuvo el japonés hace pocas semanas.
Demasiados cambios de rumbo
A partir de ahí, los dirigentes de McLaren se mostraron mucho más comprensivos con su motorista y todo estaba tranquilo en las últimas fechas. Aunque Boullier ha mandado una pullita que puede romper la ‘paz’, al tiempo que ha pedido paciencia para el proyecto. «Honda no ha hecho nada malo. Simplemente decidieron volver a la F1 solo hace un par de años y empezaron desde cero. Los otros proveedores han tenido más de tres años para hacer una unidad de potencia decente. El año pasado pudimos ver como Renault y Ferrari sufrieron y, este mismo año, Renault sigue con problemas. La parte con la que más estamos sufriendo es la híbrida y hay una falta de madurez en el proyecto de Honda. Sin embargo, están trabajando en ello y Honda tiene los recursos para solucionarlo».
En cambio, los de Woking piensan que la hoja de ruta para este invierno está muy clara. «Ellos pueden hacer muchas cosas por lo que no hay razón para no conseguirlo. Estamos sufriendo con la parte híbrida este año y no son solo unas décimas, son varios segundos en algunos circuitos, por lo que calcularemos la diferencia con lo de adelante. Sabemos dónde tenemos que ir, qué objetivos hay sobre las diferentes partes del motor y el chasis. No voy a decir que lo harán, obviamente espero que sí, pero como he dicho, ellos pueden estar en los más alto».
En cualquier caso, las últimas declaraciones de Arai vuelven a descolocarlo todo, puesto que el jefe de Honda ha cambiado de opinión y ya no habla de rediseñar la unidad de potencia sino de una simple evolución de lo que tienen. “Mirando a este año y el año que viene, ya tenemos un plan de cómo hacerlo mejor basándonos en la disposición actual. El plan final podría llegar en invierno, pero ya estamos en ello”, dijo el máximo responsable de los de Tokio en el ‘Gran Circo’ en unas declaraciones que recoge el porta F1i.
Además, Arai explicó su decisión con unos argumentos que no convencen demasiado. “Será la base desde la que trabajemos, porque es la disposición sobre la que hemos trabajado desde cero con McLaren. Creemos que la posibilidad está ahí, por eso hemos fijado esa disposición. Así hay más potencial que tener”.
Por otra parte, el nipón confeso que gastarán los tokens que todavía tienen disponibles para el 2015 porque eso ayudará en el siguiente curso. “No hay un plan concreto sobre dónde los usaremos, pero aún tenemos planeado usarlos”.
Con todos estos bandazos, es normal que algunos medios empiecen a especular con la idea de que el enfado de Alonso en Suzuka solo se produjo para forzar el despido de Arai. «Alonso podría tener una estrategia para elevar la tensión y acabar con el responsable Yasuhisa Arai, para forzar a Honda a renunciar a la idea de hacerlo todo ella sola y que tenga que abrir sus puertas a personas de otros equipos, en especial de Mercedes», publicó este martes La Gazzetta dello Sport.