José Mourinho no vive su mejor momento como entrenador profesional a sus 52 años. El Chelsea ha disputado doce partidos en lo que va de temporada entre todas las competiciones y solo ha sido capaz de ganar cuatro de ellos. En la Premier League solo lleva ocho puntos de 24 posibles y es quinto por la cola. Un desastre para un técnico que tiene un porcentaje de victorias del 65% a lo largo de toda su carrera.
Además, muchos jugadores parecen apáticos y todos están realmente lejos de su mejor nivel, mientras que ninguno de los fichajes termina de cuajar. Por todo eso, se especuló con su destitución hace dos semanas, pero la respuesta del Chelsea fue clara y rotunda al ratificarle en el puesto.
Sin embargo, detrás de esta decisión se escondía la comprensión de Roman Abramovich ante la delicada situación personal que vive el exentrenador madridista. El padre de Mourinho tiene serios problemas de salud y esto está afectando muchísimo a ‘ The especial one’ porque los dos están muy unidos.
Aferrado a la discreta Matilde
Félix Mourinho sufrió recientemente un derrame cerebral y ya se ha tenido que enfrentar a dos operaciones por ese motivo, según France Football. Mou sigue trabajando como el que más, aunque su semblante es mucho más serio de lo habitual, incluso con sus colaboradores más cercanos.
Quiere salir del pozo profesional donde se encuentra y pasa muchas horas en las oficinas y en los campos de entrenamiento, pero la motivación no es la misma que en otras situaciones porque tiene la mente en otra parte. Cuando sus obligaciones se lo permiten, el entrenador se escapa a pasar unas horas al hospital donde su padre permanece ingresado. En cambio, el estado de Félix no mejora y eso le frustra todavía más.
Mourinho pasará a la historia por su carácter desafiante frente a la prensa, pero en su intimidad su comportamiento es muy diferente. El autoproclamado ‘mejor entrenador del mundo’ es un tipo muy familiar. Siempre se preocupa mucho de sus padres y se desvive por su mujer, Matilde, y por sus dos hijos. Va con ellos a todas partes, pero intenta que no se expongan ante los medios, aunque alguno de ellos disfruta dando la nota.
Cuando el año pasado ganó la Premier League, lo primero que hizo fue subir a la grada para abrazar a los suyos. Además, el entrenador con fama de tipo duro siempre escucha a los suyos. De hecho, en su intención de abandonar Madrid tuvo mucho peso la opinión de su mujer, que estaba cansada de algunos comentarios que recibían los niños en su centro educativo.