Oblak, portero de equipo grande (7). Solo tuvo una intervención de peso, pero fue un auténtico paradón.
Juanfran, más serio imposible (7). Hace mucho que nadie le hace sufrir por su banda y el Astana no era el más indicado para eso. Defendió muy bien y también centró correctamente cuando llegó a línea de fondo.
Siqueira, luces y sombras (5,5). Sorprendió en varias ocasiones con su llegada a la espalda de Saúl y Ferreira, pero en otras subidas hizo cosas extrañas.
Savic, minutos de rodaje (6). No tuvo ningún problema porque el delantero del Astana parecía un náufrago en medio del océano.
Godín, sin complicaciones (6). Ganó varios balones por arriba en los saques de esquina y no se complicó la vida atrás.
Gabi, asistente (6,5). Le regaló el gol a Óliver en una jugada en la que encontró una autopista. Estuvo serio en líneas generales, pero se le volvieron a cruzar los cables en algunos pases absurdos.
Tiago, 45 minutos de pasión (6). Distribuyó con corrección y mantuvo siempre el sitio en el centro del campo, pero Simeone quiso reservarle en la segunda parte.
Saúl, polivalencia a gran altura (8). Marcó un gol y puso electricidad en el juego colchonero. Jugó en la segunda parte de pivote y no desentonó. Nunca se queja y no se entiende que Simeone no le dé más alas, con Tiago y Gabi en el final de sus carreras.
Ferreira-Carrasco, el nacimiento de un mago (9). Dejó varios taconazos y detalles de calidad, pero destacó sobre todo en el desborde. Su caño en la primera parte dejó al Calderón con la boca abierta, pero todo eso no quita para que sea un jugador muy práctico. Asistió en el primer gol del encuentro.
Griezmann, buenas sensaciones (6,5). Se encontró muy cómodo al lado de Carrasco y Saúl. Lo intentó en varias ocasiones sin mucha suerte, pero dejó unas sensaciones de agilidad en cada lance difíciles de igualar.
Jackson Martínez, un gol para curar heridas (7,5). Empezó el partido nervioso, pero el gol le quitó un gran peso de encima. Después se sacó un disparó en la frontal del área y mostró que tiene más calidad de lo que ha parecido hasta ahora con la camiseta colchonera. Sus compañeros demostraron que le quieren muchísimo en la celebración.
Simeone, probaturas sin riesgo (8). No tenía muchas opciones que perder, pero no permitió que su equipo se relajase. Aprovechó el encuentro para que los más tocados cogieran moral y le salió a la perfección.
Óliver, un gol que le salva de la quema (6,5). No aportó mucho al juego, pero resolvió de maravilla una de las dos jugadas que tuvo. En la otra quiso hacer lo mismo, pero la mandó al limbo.
Correa, una llama que se apaga (5,5). Tuvo media hora, pero apenas mostró nada de su descaro. Ve que con Ferreira-Carrasco, Saúl y Óliver tiene una dura pelea, cuando ya se veía de titular y tiene que asimilarlo.
Fernando Torres, una bala sin control (5,5). Falló dos ocasiones claras de gol. En la segunda, prácticamente se tropezó con el balón, pero lo bueno para los colchoneros es que muestra la velocidad de sus mejores tiempos. El acierto ya llegará.