domingo, septiembre 22, 2024
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El Barça planea un recurso surrealista por la sanción a Mascherano

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Javier Mascherano vio la tarjeta roja en el minuto 84 del partido que enfrentó al Barcelona y al Eibar porque cometió el error de dirigirse al juez de línea en términos poco respetuosos. “La concha de tu madre”, le dijo ‘el jefecito’ al asistente Juan Carlos Yuste Jiménez. La sanción parece indiscutible, pero los 'culés' intentan agarrarse a un defecto de forma en el acta para que su futbolista se libre del castigo. El árbitro del encuentro señaló en su escrito oficial que Mascherano habló de las partes íntimas de la hermana del linier, cuando las imágenes demuestran que la ‘afectada’ fue realmente la progenitora del juez de línea.

El acta del árbitro tardó más de cuatro horas en salir a la luz por problemas informáticos, para darle algo más de suspense al asunto. El colegiado no recogió los hechos tal y como pasaron, pero lo cierto es que el fondo de sus palabras no cambia, por lo que resulta llamativo que un club grande como el Barça se planteé un recurso por este tema.

«Recurriremos, todavía no tenemos la sanción pero tenemos que defender a nuestro jugador, que dice que no tuvo la intención de insultar. Creo que fue una expresión más de rabia que no de insulto, y recurriremos la sanción cuando la conozcamos, evidentemente», aseguró el vicepresidente deportivo, Jordi Mestre.

Mascherano cometió un error y su indulto daría un pésimo ejemplo a los jugadores de equipos más humildes. Estos comportamientos deben desaparecer del fútbol y los grandes clubes no hacen más que justificarlos. Las palabras del ‘14’ azulgrana pueden ser interpretadas como un insulto y eso le costaría una sanción de cuatro partidos, por lo que no podría jugar contra Villanovense, Getafe, Villarreal y Real Madrid, pero a la prensa deportiva catalana solo le preocupa que el colegiado del partido, Del Cerro Grande, es madrileño y vive en Madrid. Pocos se acuerdan de que el primer gol de Luis Suárez estuvo precedido de un fuera de juego que el árbitro no vio.

‘El Clásico’ se acerca y el Barça empieza a acusar el pánico por culpa de las bajas. Su centro del campo está en cuadro y solo tiene dos futbolistas sanos en estos momentos. Sergi Roberto e Iniesta se recuperarán con casi toda seguridad antes del partido frente al eterno rival, pero cualquier complicación en sus lesiones les obligaría a jugar con hombres poco experimentados en un partido que se presume más decisivo que en los últimos años en la lucha por la Liga. Samper tuvo una gran aparición el año pasado, pero Luis Enrique le ha vuelto a condenar al filial, mientras que Gumbau no puede estar más verde.

Recursos infructuosos

Por todo eso, el Barça estudia un recurso que en otra situación quizás ni se hubiera planteado. Se agarran a un clavo ardiendo porque no les queda otra y porque son conscientes de que su plantilla está descompensada por culpa de la ausencia de fichajes.

Sin embargo, el club se expone a otro ridículo en los despachos, puesto que últimamente sus servicios jurídicos acumulan fracasos y defienden causas perdidas a priori. El Barcelona nunca reconoce sus errores y eso hace que el arrepentimiento espontáneo nunca pueda utilizarse como atenuante, algo que Cristiano Ronaldo sí ha sabido explotar en situaciones delicadas.

Según Luis Enrique, «Mascherano no se refería ni al linier ni al árbitro», pero tiene la suficiente veteranía como para saber que ese tipo de palabras no pueden pronunciarse en un terreno de juego. Si no hubiese dicho esa frase, no habría lugar para las malas interpretaciones.

Insultos de Piqué

El caso tiene muchísimas similitudes con lo que ocurrió al principio de esta temporada, cuando el Barça entró en cólera en el mes de agosto después de que Piqué le dijera a otro asistente «me cago en tu puta madre». En aquella ocasión, el jugador cumplió cuatro partidos sin jugar, pese a los numerosos recursos que presentaron para justificar su comportamiento.

Asimismo, la negociación de la sanción por el tema de las ‘esteladas’ también ha sido rocambolesca. El club se quejó de la “injusticia” de las multas, pero decidió no recurrir y dialogar con la UEFA para convencer a sus jueces de la bondad de los símbolos que se ven en el Camp Nou. Sin recurso oficial por la primera sanción, tendrá que acatar todos los castigos que le lleguen en el futuro por el mismo motivo.

Por último, el proceso de la famosa sanción de la FIFA que impide al club catalán fichar también demostró la poca habilidad de Bartomeu y su directiva para negociar estas cuestiones. Tampoco reconocieron sus errores y se dedicaron a colocarse como víctimas o perseguidos, algo que a las máximas instituciones del fútbol no les hace ninguna gracia.

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